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La Casa Amarilla es una de las entidades que participan en el proyecto. Carmen Campos
La cultura malagueña diagnostica sus males

La cultura malagueña diagnostica sus males

Asociaciones y profesionales del sector se movilizan para realizar un informe que ayude a superar la crisis motivada por el covid-19 y siente las bases del futuro

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Sábado, 2 de mayo 2020, 02:05

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«Suele decirse aquello de 'Divide y vencerás', pero ahora es justo lo contrario: unidos sobreviviremos. No hay otra opción«. La frase del artista y miembro de La Casa Amarilla David Burbano destila la esencia del proyecto que numerosos representantes de las industrias culturales de Málaga han lanzado durante los últimos días. La idea consiste en elaborar un «diagnóstico real» del sector que sirva para intentar amainar el temporal económico y laboral motivado por el virus covid-19 y, a la larga, sentar unas bases de futuro.

Con ese objetivo se ha lanzado una campaña de encuestas que ya ha recibido más de un centenar de respuestas y, con ellas, más de 600 propuestas que ahora se están analizando para elaborar el informe que dé cuenta del estado del sector cultural en la provincia. Colectivos y empresas como Mahatma Arquitectos, Questiono Gestión, La Polivalente o Colectiva. Observatorio Cultural Feminista; creadores como Paco Aguilar, Cristina Savage, Mónica López e Isabel Garnelo y gestores culturales como Sergio 'Croma' y Cristina Consuegra son algunos de los participantes en esta iniciativa que ya ofrece algunas conclusiones preliminares.

Así, a la luz de los datos recabados hasta ahora, el 36,7% de los encuestados ha dejado de percibir hasta 3.000 euros a consecuencia de la actual crisis sanitaria, mientras que el 22,4% eleva ese perjuicio hasta llegar a los 10.000 euros en ingresos perdidos. Además, Burbano recuerda que el ámbito del proyecto no es local, sino provincial, hasta el punto de que más de una cuarta parte de las aportaciones llegan desde municipios distintos a la capital.

«La crisis estaba, está y estará. Con la recapitulación de todos estos datos y la investigación que estamos desarrollando, la mesa de trabajo quiere compartir esa información con la ciudad para que no seamos el único sector sin un plan«, sostiene la artista y comisaria Sara Sarabia, que añade: »Con estas ideas se tiene que hacer un plan que identifique las necesidades para poner en funcionamiento un engranaje que ya existe y que no se ha puesto en marcha«.

Plan de choque

Un «plan de choque», como sostiene el gestor cultural Roi Santos, que atienda, primero, a las urgencias provocadas por el covid-19 y que después proyecte una acción a largo plazo. «No se va a pedir nada que no sea concreto. Hay recursos económicos por parte de las administraciones para iniciativas que no se han realizado o que no se van a realizar y que se pueden reprogramar para esta nueva situación que vamos a tener. También hay fondos estructurales por parte del Estado para desarrollar por parte de las autonomías. El resto de sectores que sí están agrupados ya están movilizados y están obteniendo recursos, pero en nuestros casos, como no lo pedimos de una manera unificada, esos recursos no llegan. Hace falta un plan de choque para resolver lo inmediato, pero está pensado con carácter permanente», argumenta el gestor de Punto Escénico junto a Rober Velasco.

«Por fin va a haber un diagnóstico de la industria cultural malagueña. Parece que ha habido que esperar a un punto tan grave como este para plantear una serie de medidas de choque para que esto no vaya a más», ofrece el también gestor cultural Fernando Carmona. Y sigue David Burbano: «La idea básica consiste en generar una alianza de distintos agentes del sector que durante mucho tiempo hemos estado muy atomizados, recoger la precariedad en la que estamos viviendo y paliar la situación de crisis«.

«Somos una industria que aporta a la ciudad y debe ser reconocida», defiende Burbano al hilo de una iniciativa que nace con vocación «transversal» para recoger «las necesidades de todos los participantes del sector». Y así, Burbano esboza algunas de las acciones que deben acometerse en el futuro, desde planes de comunicación para dar a conocer los espacios y proyectos del tejido cultural local, hasta acciones que «inyecten liquidez» y una modificación del «problema endémico de fiscalidad» que afecta al sector de las industrias creativas y culturales.

«Tenemos un saco de ideas. Ahora necesitamos saber con qué recursos contamos«, lanza Burbano, a la espera de que la mesa de trabajo cuente con el respaldo efectivo de las administraciones. Y cierra el gestor en La Casa Amarilla: »Esto lo estamos haciendo a pulmón. Como siempre«.

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