Adrián Pedraja: «Para mi primer 'prota' he tardado 9-10 años, imagínate la de 'noes' que me han dicho»

–¿Le siguen llamando 'Polaco'?

–Bueno, en mi barrio todavía sí. Es por el fútbol, me llaman así desde pequeño, como soy rubito y eso…

–Claro, es que usted empezó a hacerse un nombre en el fútbol, no en los rodajes...

–Era buenecito, me empezaron a llamar equipos, debuté con 16 años en Tercera con el Fuengirola, luego estuve en El Palo, Mijas, Marbella y luego Inglaterra y después Escocia. Me fui porque quería un cambio. Estaba estudiando Finanzas y Contabilidad y le dije a mi representante que quería ir a un sitio para aprender inglés y jugar, y si no salía nada de fútbol en Inglaterra le dije que lo dejaría y me iría igualmente allí. Y salió el Hereford.

–¿Y cuándo dio el paso de un mundo a otro?

–Hasta los 19 compaginé fútbol, estudios y trabajo de cocinero y camarero (en el Tintero) y ya con esa edad me empezaron a llamar también agencias de modelos. Entonces no me llamaba la atención ese mundo, pero probé con la Agencia NuevaModa de Málaga, me dijeron que servía para esto y me di cuenta que con un pase de modelos ganaba más que dos días en la cocina metido. El fútbol lo dejé sobre los 24.

–El aprender desde joven a ganarle la vida le viene de casa…

–De mi madre, Rocío Barrientos, es una profesora de baile flamenco conocida en Málaga.

–¿Cuál ha sido su oficio más peculiar?

–¡He trabajado de todo! Tengo un familiar que es empresario taurino, que montaba las plazas de toros portátiles y yo era el que vendía cacahuetes y 'pepsicolas' por las plazas. Y luego, ya en Inglaterra, comencé incluso a hacer de doble de futbolistas (para rodajes).

–Conozco el mundillo, ¿para quién le eligieron?

–Para doble de Bale, Piqué, Kroos, Xabi Alonso... Entonces ya decidí irme a Madrid, que era donde más trabajos salían y comencé con la agencia Kailash (con Juani Labrador). Mi primer sueño era ser futbolista y jugar ante miles de espectadores; lo cumplí y el segundo pasó a ser estar en una peli o salir en la tele. Así que decidí formarme como actor, estuve 2 años en María Beltrán, sobre todo por el tema de la dicción.

–¿Cuáles son los aspectos que más se les exige a los actores? ¿Acento neutro, idiomas, gimnasio...?

–Sí, bueno lo del físico es que en mi caso también acompaña, además no me cuesta porque el deporte es mi 'hobbie'.

–¿Se acuerda de su primer trabajo como actor?

–A nivel interpretativo, un corto que se presentó en el Festival de Cine de Málaga en torno a 2014.

–¿Y cuál fue el papel que más le dolió que no le llegasen a dar?

–Me quedé en el 'uy'de muchos papeles importantes: 'El Culebra', de 'Los Protegidos', alguno en 'Mar de Plástico' y el último, para 'Toy Boy'.

–¿Prefiere papeles de bueno o de malo?

–Hasta ahora he hecho más de bueno, así que me gustaría de malo. La mayoría de los papeles que se me han caído han sido de malo.

–No le salió 'Toy Boy', pero sí otra gran serie…

–Sí, en 'El Secreto de Puente Viejo', llegó mi primer protagonista. Fue complicado porque era acento neutro, castellano antiguo, fue una serie diaria, que implica trabajar muchísimo. Había días que me recogían a las 6.00 y me iba a las 20.00 y luego a estudiar para el día siguiente. Este año, he vuelto al Festival de Cine de Málaga para representar a la serie.

–¿Cuál sería el papel de su vida?

–Yo creo que algo tipo el de 'Prison Break' me encantaría.

–En el mundo de los actores siempre se habla de lo duros que son los inicios, cuando no salen papeles y se vive al día, pero en su caso entró lanzado…

–Bueno, yo para mi primer 'prota' en 'Puente Viejo' he tardado 9-10 años, imagínate los 'noes' que me han dicho.

–¿Por qué le suelen rechazar?

–Me han dicho que si soy demasiado guapo, demasiado alto, a veces me ofrecen papeles secundarios y me dicen que al ser así acaparo al principal. Es de mis mayores problemas.

–Bendito problema…

–(Ríe) Suena mal, pero es verdad. Menos mal que nunca he estado parado, entre la publicidad, lo de doble de futbolistas… Este año, con el coronavirus ha sido la primera vez que he cobrado el paro.

–¿Cómo le ha afectado en lo laboral? Porque el sector cultural está siendo de los más afectados...

–Este tiempo los 'castings' los estoy haciendo desde casa, grabándome vídeos, recreando escenas… Es todo muy complicado. Hay bastante preocupación, hay muchos actores que no tienen forma de conseguir dinero.

–A usted siempre le queda la faceta de modelo. Ha trabajado con marcas desde Leroy Merlin hasta Carolina Herrera.

–¡Madre mía, Leroy Merlin! (ríe), eso fue de lo primero. Luego he trabajado en París, Milán, Hamburgo, con CR7, la marca de ropa de Cristiano Ronaldo, que me sorprendió por su cercanía.

–Y a nivel interpretativo, ¿quién le ha sorprendido más?

–Pues mira, Silvia Marsó, que era mi madre en 'Secreto de Puente Viejo'. Las primeras escenas me pedía que la tranquilizara, yo a ella, que lleva 40 años en esto.

–¿Cuál es el mejor consejo que le ha dado un compañero actor?

–Ella, me dijo que tenía algo innato que tenía que aprovechar como actor, que mi mirada hablaba sola.

–Para acabar: un sueño por cumplir y un objetivo para este 2020.

–Un sueño, algún papel de protagonista en alguna serie de plataformas y que sea distinto a mi forma de ser. Y un objetivo para 2020, seguir con esta salud.