El último pokémon
El ADN arroja luz sobre una ardilla africana que los científicos nunca han visto viva y que consideran «un fósil viviente»
L. A. GÁMEZ
Jueves, 18 de agosto 2016, 01:18
madrid. Una ardilla africana esquiva a los biólogos desde hace más de cien años. «'Zenkerella' podría considerarse el último pokémon que los científicos no hemos ... sido todavía capaces de encontrar o capturar vivo», dice Erik Seiffert, investigador de la Universidad de California que acaba de publicar en la revista 'PeerJ' un estudio sobre tres ejemplares completos del roedor muertos recientemente en la isla de Bioko (Guinea Ecuatorial).
La ardilla de cola escamosa ('Zenkerella insignis') está considerada «un fósil viviente». Vive en las selvas de Camerún, Guinea Ecuatorial, República de Congo y República Centroafricana, pero los científicos nunca la han visto en su medio natural y en las colecciones de los museos había hasta ahora nada más que once especímenes. «Probablemente sólo sale en mitad de la noche en la profundidad de las junglas de África central, y puede que pase la mayor parte del tiempo en lo alto de los árboles, donde sería bastante difícil verla», indica Seiffert.
Se trata de uno de los mamíferos vivos menos conocidos de las 5.400 especies existentes. Eso explica que los análisis anatómicos y genéticos de los tres nuevos especímenes apunten ya a un cambio en su filiación taxonómica. El ADN revela que, en contra de lo que se creía, es una prima muy lejana de otras dos ardillas de cola escamosa que tienen membranas entre sus patas y codos que les permiten planear cuando se lanzan desde los árboles. 'Zenkerella' carece de esa membrana y, según los autores del artículo de 'PeerJ', debería ser ubicada en una familia diferente, si bien las tres primas formarían parte de la superfamilia de los anomalúridos, ardillas con escamas en la base de la cola que le ayudan a trepar por los árboles.
Superviviente nata
Los investigadores -entre los que está el biólogo español David Fernández, que fue quien en Bioko logró recuperar los ejemplares muertos- consideran a 'Zenkerella' «un fósil viviente», el único miembro vivo de un antiguo linaje. En esa categoría sólo entran otros cinco mamíferos actuales, como el monito del monte ('Dromiciops gliroides') sudamericano y la musaraña arborícola de cola plumosa ('Ptilocercus lowii') malaya. Aunque han evolucionado con el paso del tiempo, estas especies han sufrido cambios mínimos desde el origen de sus respectivos linajes, a principios del Eoceno, hace unos 49 millones de años.
«Es una asombrosa historia de supervivencia. A diferencia de 'Zenkerella', los otros cinco mamíferos 'únicos supervivientes' han sido bastante bien estudidos por los científicos. Estamos empezando a trabajar en descripciones básicas de la anatomía de 'Zenkerella'. Es divertido pensar que podría haber otros esquivos mamíferos por ahí, en lo profundo de la selva húmeda de África central, que sean desconocidos para la ciencia». Los científicos no saben nada de los hábitos de la ardilla, que suele caer en las trampas de los cazadores una o dos veces al año.
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