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De izquierda a derecha: Alfredo Tucci, Fernando Sánchez Dragó, Valérie Tasso, Boris Izaguirre y Amarna Miller.
Amor, sexo y una sociedad ¿reprimida?

Amor, sexo y una sociedad ¿reprimida?

El polifacético Boris Izaguirre nos introduce en varias conversaciones de ámbito sexual con referentes de la cultura española a todos los niveles

noemí álvarez

Sábado, 18 de junio 2016, 10:36

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El sexo, como el amor, es una cuestión de la que muchos han hablado e investigado y, sin embargo, en nuestra sociedad guardan una abismal diferencia: el sexo, en muchas ocasiones, es un tabú.

Así lo pusieron de manifiesto diferentes ponentes que acudieron a las mesas redondas, moderadas por Boris Izaguirre, que se desarrollan con motivo de las conferencias Senso 3.0- Amor y relaciones en la red en La Térmica este fin de semana.

La relación entre el sexo y el amor parece que es un lazo impuesto, una obligatoriedad moral que se aprieta más aún cuando el individuo es mujer. En esta relación entra la (in)fidelidad, un asunto tenebroso que la actriz porno o, como prefiere que la llamen, trabajadora sexual, Amarna Miller asociaba con el miedo y con la 'exclusividad genital'. ¿No le exigimos a nuestras parejas que no tengan relaciones íntimas con nadie más?, se preguntaba Miller. En respuesta, el escritor Fernando Sánchez Dragó, apuntaba que la lealtad (y no la fidelidad) es la parte importante en el contrato personal que formula una pareja.

Tanto Tasso como Miller defendieron que muchas mujeres tienen y quieren sexo sin amor, y quieren hacerlo libremente sin ser juzgadas, y quieren ver cine pornográfico y no sentir que el resto de la sociedad las limita en determinas categorías morales que son un peso para ellas. 'Lo importante es no hacer daño a nadie ni a uno mismo' Solicitaba la escritora y sexóloga Valérie Tasso.

El negocio del sexo es otro tema tabú que se asocia habitualmente a la trata de personas. El planteamiento que formuló Tasso respecto a un asunto tan terrible es que la misma trata de persona no es intrínseco en la prostitución y sí aparece en otros ámbitos de la sociedad mundial, ¿o es que es menos trata la explotación de seres humanos en fábricas? La sexóloga aseguró que 'abolir la prositución por la trata de personas es como decir que hay que abolir la política porque hay corrupción'. Una premisa que, seguro, tendrá tantos simpatizantes como detractores.

También hubo espacio durante el coloquio para las relaciones sexuales a través de Internet. Aunque sin duda lo más notable de los comentarios fueron las anécdotas que los ponentes contaron al público. Grado especial merece la de Boris Izaguirre, quien explicó como un amigo suyo atrajo a un tropel de hombres a su casa a través de la conocida aplicación gay Grindr. Un amigo que, además, no enviaba fotos de sí mismo y que contaba con una carpeta de fotos para enviar a sus futuros amantes. Si lo vemos desde esta perspectiva, es gracioso, muy divertido; pero si pensamos en esos niños y adolescentes que se encierran en sus habitaciones con el móvil y juguetean... Ahora da miedo.

Locuras sexuales

Y, pese a esta estigmatizaicón de la vida sexual y el secretismo que conlleva, ¿cómo hemos podido llegar tan lejos en este ámbito de la vida personal? La nota de la tarde la puso la periodista Ayanta Barilli quien hizo saber a todos los presentes que existen apósitos de pelo de conejo para que las mujeres se lo coloquen sobre el pubis. ¿Para qué? ¡Ah! Para que esté más suave. Respetable, sí, pero extraño. Más escabroso suena la idea de que los adolescentes aprendan a besar a través de aplicaciones del móvil en las que, literalmente, besuquean la pantalla de sus dispositivos.

En cierta ocasión, durante una entrevista George R. R. Martin, autor de la saga 'Canción de Hielo y Fuego' Más conocido como Juego de Tronos, confesó que las relaciones sexo-afectivas generaban más controversia que las escenas de violencia (que todos sabemos que son muy, muy explícitas) Como dijo el escritor 'esto dice algo de nosotros' y sólo nos puede llevar a pensar que 'vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor mientras que la violencia se practica a plena luz del día'.

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