Málaga con la tauromaquia

Por la tarde, además de cafeterías y los bares, el punto de encuentro del público fue la puerta del patio de caballos para esperar la llegada de los toreros. Descontento ante la actuación de Miguel Ángel Perera, que entró a la plaza en el interior de la furgoneta que trasladó a la cuadrilla. No fue así en el caso de los otros dos espadas, que se apearon del vehículo a petición de la gente. Los aficionados lo agradecieron y saludaron a los toreros y se hicieron fotografías. Especialmente, las féminas, que aloquecieron con el joven Cayetano con vítores de ¡guapo, guapo!

Ya en el patio de cuadrillas se vivieron los momentos previos a la corrida. Las fotógrafos se afanaban en captar el prólogo de la tarde, cuando los nervios se tensan y la mirada de los espadas cambia tras salir de la capilla de la plaza.

Mientras, en el coso hubo una buena entrada y las altas temperaturas se notaban, aunque la brisa procedente del Mediterráneo las suavizó conforme fue avanzando la tarde con algo más de frío.

La reaparición de Cayetano y el malagueño Saúl Jiménez Fortes en el coso del Paseo de Reding era esperada por la afición, que procedía ayer de diversas zonas de la provincia, como demostró una bandera española con la palabra del municipio de Ronda en el centro. Bocanadas de humo hacia el cielo tras saborear un puro y refrescar la garganta con alguna bebida fueron algunas de las escenas que pudieron verse en los tendidos, que se encontraban llenos, y el viento reinante, que no favoreció a los toreros con sus respectivas franelas, hizo que más de uno se pusiera la chaquetilla para guarecerse en los primeros compases de la primavera. Compases que se mezclaron con los musicales que amenizaron algunas de las faenas a cargo de la banda de música de Miraflores y Gibraljaire, y que también solicitó el público en varias ocasiones, pese a que no hubo mucho lucimiento en el ruedo.

Lo que sí suscitó el run run y el aplauso del respetable fue cuando Jiménez Fortes, con parsimonia y torería, se dirigió con su capote a esperar al primero de su lote a porta gayola. Un gesto que agradeció la gente, aunque no tanto en la suerte de varas ante la mansedumbre de los astados, que originó pitos y silbidos. También agradeció el brindis del tercer toro al público por parte de Jiménez Fortes, cuando eran las siete y media de la tarde, se encendieron las luces de la plaza y sonó el pasodoble Manolete.

A partir de ahí, en el ecuador del festejo, se quedó una tarde fría, anodina. El público se divirtió algo más con alguna intervención en el tercio de banderillas, y un susto que no llegó a nada con Perera en el cuarto toro.

La opinión de los asistentes se dejaron notar en los tendidos. «Qué desastre de corrida de toros. Cómo se llevan el dinero de la gente», comentaron dos aficionados en el tendido durante la faena de Cayetano con su segundo toro.

Descontento generalizado de los asistentes con el ganado, como se demostró en el último toro de la jornada, con más comentarios, pese a que aplaudieron al malagueño por su esfuerzo, llegando a pedirle que le diera muerte al astado.

Rostros conocidos

En el festejo de ayer se dieron cita varios rostros conocidos. Así, estuvieron el presidente la Diputación, Elías Bendodo; el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el delegado de la Junta de Andalucía, José Luis Ruiz Espejo; el diputado de Cultura del ente supramunicipal, Víctor González; la diputada en la misma institución Teresa Pardo; el ex subdelegado del Gobierno en Málaga y el actual, Jorge Hernández y Miguel Briones, respectivamente; el vicepresidente de Unicaja, Manuel Atencia; el presidente de la Agrupación de Cofradías, Pablo Atencia; el pintor francés Loren; el presidente de la plaza Ildefonso DellOlmo; el hermano mayor del Cautivo, Ignacio Castillo; los empresarios Rafael Prados y José Cobos; el rejoneador Álvaro Domecq; el director del hotel Málaga Palacio, Jorge González; el ex secretario de Estado para el Deporte, Rafael Cortés; los empresarios del coso, José Cutiño y Federico Beltrán; y los televisivos Kiko Matamoros y su esposa, Makoke; entre otros.