La luz que ilumina Guaro

La provincia de Málaga tiene poco que envidiar a otras en cuanto a fiestas se refiere, pero lo cierto es que el festival Villa de Guaro, conocido como la Luna Mora, es uno de esos a los que muchos han acudido, o al menos conocen exactamente de qué se trata.

Pese a esta más que evidente popularidad, este año el Ayuntamiento de Guaro decidió reducir este evento; mientras que otros años se celebraba en dos fines de semana consecutivos, en esta ocasión se ha concentrado en el viernes y sábado pasado, por lo que afluencia de público en estos dos días ha sido de las más grandes que se recuerdan.

Frente a los visitantes que contaban por miles, un sinfín de velas que, acompañadas de la oscuridad que significa apagar las luces de un pueblo entero, contrastaban conlas candelas que marcaban los senderos de las callejuelas de Guaro. Cada pocos pasos, impresionantes figuras dibujadas con las velas; desde un simple corazón hasta frases completas, y que eran el mayor reclamo de unos visitantes que hacían colas de varios minutos para poder llevarse una instantánea que recordara su paso por estas noches mágicas.

Sin embargo, no era solo una cuestión de fotografías, sino que la mayor aportación de la Luna Mora de Guaro es sentirse despojado de los tiempos actuales, usando para ello la falta de electricidad. Los puestos, decenas de ellos, ofrecían desde artesanía a ropa, por supuesto pasando por una oferta gastronómica en la que no faltaban varios tipos de quesos, vermut de barril o exquisiteces dulces más propias del conosur, recubiertas casi todas ellas de dulce de leche.

Concierto de Antonio José

El sábado, en un auditorio abarrotado que lleva el mismo nombre que el evento, el de la Luna Mora, tuvo lugar el concierto de Antonio José, ganador de la última edición del concurso televisivo de La Voz, ante más de 1.000 personas. El viernes, tras la cancelación del Ballet, fue el turno de Valderrama.

Aunque en la noche del sábado tuvo cierto protagonismo una pésima gestión del tráfico quizá el únino pero, este XIX Festival Villa de Guaro ha vuelto a ofrecer a los vivitantes la misma sensación que el resto de ediciones. Sentir que uno está viviendo una noche mágica, rodeado de miles de que velas que, junto al cielo estrellado, crearon un ambiente que todo aquel que puedo debería vivir alguna vez en su vida.