La caricatura como reflejo del machismo de la II República
Fernando Arcas, historiador y profesor jubilado de la Universidad de Málaga, junto a otros dos autores, presenta un libro que analiza la imagen de la mujer en la prensa andaluza
Adri Revilla
Miércoles, 18 de junio 2025, 19:32
La imagen de la mujer durante la Segunda República no solo quedó escrita, también dibujada. Fernando Arcas ( Córdoba, 72 años), historiador y profesor jubilado de la Universidad de Málaga ha escrito junto a Carlos Sarriá y Antonio Albuera 'La mujer en la caricatura de prensa de Málaga y Sevilla en la II República (1931-1936)' que analiza una muestra de más de 1300 caricaturas publicadas en la prensa andaluza.
El estudio se basa en 3 diarios; dos malagueños, 'El Popular' y 'La Unión Mercantil', y uno de origen sevillano, el 'ABC' de Sevilla. La elección de estos diarios no fue por casualidad: «Fueron los únicos que tenía un papel y constante en la caricatura», explica Arcas. A través de este elemento, los autores analizaron el discurso social e ideológico de la época, centrándose en la representación de la mujer.
El gráfico no solo reflejaba esta desigualdad, sino que en muchos casos era usada como elemento de humor. Viñetas donde una mujer anticipa una paliza de su esposo o se queja a un policía que le responde con sarcasmo eran muy habituales encontrarse en la prensa: «Nos ha sorprendido la normalización de la violencia de género en estas imágenes. El machismo estaba tan arraigado que pasaba por humor cotidiano», destaca el historiador.
Cada diario tenía su propia línea editorial y eso se notaba en el trazo. 'El Popular' mostraba una visión más progresista, mientras que 'La Unión Mercantil' y 'ABC' reflejaban valores conservadores. Sin embargo, incluso entre líneas ideológicas diferentes, la construcción del rol femenino apenas variaba. «La imagen de la mujer la construyen hombres», recuerda Arcas. «Todos los caricaturistas eran varones, y eso influye en cómo se representa el género».
Uno de los grandes hallazgos del estudio fue la figura de la «mujer moderna»: independiente, sexualmente liberada, vestida a la moda europea. Pero esta figura también era caricaturizada desde el sarcasmo o la hipersexualización. Frente a ella, predominaba la imagen de la mujer tradicional, trabajadora o ama de casa, dependiente del varón y situada siempre en el ámbito doméstico.
El trabajo de estos autores no se queda en la historia. «Queríamos que el lector viera que estos discursos siguen presentes», afirma. Según el autor, muchas viñetas de los años 30 retratan realidades como la violencia machista, los estereotipos o el control masculino que hoy siguen existiendo, aunque con nuevas formas.
El libro, fruto de varios años de investigación y colaboración, quiere ser una herramienta crítica y feminista. «La caricatura puede ser un espejo incómodo, pero necesario. Y si habla a los ojos, ojalá también despierte conciencias«, sentencia.
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