Luchando en el tatami y en las aulas: el equilibrio entre el taekwondo y la universidad

Juan Luis Onieva, estudiante de doctorado en Bioinformática en la Universidad de Málaga (UMA), lleva años demostrando que la perseverancia y la pasión pueden abrir camino tanto en el ámbito académico como en el deportivo. Onieva estudia el doctorado de bioinformática, y su recorrido por la UMA le ha permitido ser todo un veterano. No, no es la primera vez que vuelve con una victoria, y no es de extrañar teniendo en cuenta que lleva ocho ediciones en el circuito universitario, que pasa primero por el andaluz y luego por el español. Desde los tres años ha estado sobre el tapiz, y admite que le permite «gestionar la presión del doctorado y, sobre todo, disfrutar».

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Sara y Alicia Núñez siguen un camino similar. Empezaron a entrenar desde pequeñas, en el caso de Alicia, con solo seis años. Ahora, a punto de cumplir dieciocho años, Alicia estudia Ciencias de la actividad física y el deporte, mientras su hermana, Sara, cursa el tercer año de Enfermería. Compaginar sus estudios con la exigente preparación del taekwondo es un desafío constante. «De 8 a 3 estoy en el hospital», comenta Sara, quien ha notado ya el peso de las prácticas de su carrera, no se le hace cuesta arriba porque tiene claro que quiere seguir vinculada al taekwondo toda su vida: «En un futuro quiero abrir un club cuando ya sea adulta y pueda. Estando desde tan chica, es imposible que nos vayamos a separar».

Sara es un referente para su hermana, tanto que Alicia la menciona junto a Adriana Cerezo como una de sus figuras a seguir. No obstante, Alicia sueña a lo grande y desea poder llegar a «clasificar en algún europeo o en algún mundial», pese a no haber cumplido siquiera la mayoría de edad. Ambas comparten una trayectoria larga y eso parece unirlas más dentro y fuera del entrenamiento. Aunque el taekwondo es un deporte individual en la competición, los tres coinciden en que el verdadero éxito se construye en equipo.

«Empezamos con un grupo de amigos y se ha convertido en una familia. Nos apoyamos siempre, dentro y fuera del tapiz», subraya Onieva, destacando el papel fundamental de su entrenadora, Carolina Carrión, quien los ha acompañado en su crecimiento deportivo. El sacrificio de los tres estudiantes y deportistas es compartido, y parece que ello les ayude a que no pese tanto la rutina pues, de hecho, confiesan que van con ganas a los entrenamientos. «Ver a las futuras generaciones cómo entrenan y cómo te animan es un logro, sobre todo en lo personal», afirma Alicia, con una sonrisa de oreja a oreja.

Mientras miran hacia el futuro, los tres esperan seguir dejando huella en las competiciones universitarias y sueñan con una mayor representación en torneos internacionales. Su próxima gran cita será el Campeonato de España Universitario el 2 de mayo en Madrid, donde aspiran a seguir cosechando éxitos. Para quienes deseen iniciarse en este deporte, el consejo de las dos hermanas es claro: «Que vengan, que prueben. No se trata solo de ganar medallas, sino de aprender disciplina, esfuerzo y, sobre todo, disfrutar del camino».