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Rocío Nadales
Viernes, 4 de abril 2025, 13:00
«Este equipo tiene aura». Esta frase ha resonado en cada rincón del vestuario de la Selección de Fútbol 11 Masculina de la Universidad de Málaga. Según la RAE, el término 'aura' se define como «la atmósfera que rodea a alguien o algo». Con esta definición, se puede entender el espíritu que ha envuelto a este equipo durante su recorrido hacia el título de campeón del Campeonato de Andalucía Universitario (CAU). Esta victoria, que no se conseguía desde 2005 en Jaén, es un reflejo del esfuerzo colectivo, la dedicación y la unidad que ha caracterizado al combinado universitario desde su formación.
El ambiente de este vestuario es uno de los puntos más importantes para lograr levantar el trofeo de campeones. Sergio Rubia, uno de los capitanes y estudiante de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFYD), habla sobre esa unión: «Hemos formado un grupo, un equipo. Se ha trabajado sin protestar y sin guerras de egos. Cada uno aportó lo mejor que tenía».
Felipe Cejas, estudiante de Geografía, destacó ese compromiso y entrega de todos: «Íbamos todos a una, en bloque y moríamos con el bloque». Esta filosofía fue un elemento esencial para fomentar un ambiente en el que cada jugador se sintiese valorado y motivado. Pablo Ortega, estudiante de Educación Primaria, añade: «Entrenamos una vez a la semana, pero eso no impidió que nos compenetráramos bien. Fuera del campo también hay una buena relación y eso se ha notado dentro del campo».
El resultado de la UMA no hubiese sido posible sin un cuerpo técnico entregado. Jose Zumaquero, primer entrenador, destaca la importancia de crear un buen equipo de trabajo: «Desde el minuto uno, queríamos formar un grupo humano excelente, que también fuesen profesionales y estuviesen comprometidos. Creo que se ha conseguido». Zumaquero no se olvidó del cuerpo técnico: «Somos todos uno. Me ha tocado liderar el timón, pero ellos han sido claves para que el equipo funcione».
El segundo entrenador, Manu González, enfatiza el trabajo táctico: «Desarrollamos un sistema que era nuevo también para ellos y fuimos capaces de adaptarlo en ataque y en defensa. Jugamos dos amistosos que nos sirvieron para ver nuestras fortalezas y mejorar nuestras debilidades». Además, su cercanía con los jugadores permitió que se sintieran cómodos para expresar sus opiniones y necesidades.
Juan Luis Moreno, el fisioterapeuta, jugó un papel fundamental al mantener a los jugadores en óptimas condiciones. «Mi trabajo no solo consistía en recuperarlos físicamente, sino también en asegurar que todos estuviesen motivados y comprometidos. Tenía que convencerlos de que todos tenían un papel vital aunque estuviesen en el banquillo», comenta.
Jose Zumaquero quiso acordarse de quién confió en ellos desde el principio para asumir este reto: «Sobre todo quiero agradecer a la vicedecana de Estudiantes y Empleabilidad, Susana Cabrera, y a la vicerrectora adjunta de Bienestar Universitario, Chelo Pineda, por creer en nosotros para llevar este proyecto». La Selección de Fútbol 11 Masculina de la UMA no estaba presente en la fase final del CAU desde 2018.
La UMA llegó al CAU con la clara intención de no solo participar, sino de competir y dar la sorpresa en su regreso. Desde el primer partido hasta la final, los desafíos llegaron varias veces en forma de penaltis. Cristóbal Falcón, primer capitán y estudiante de Fisioterapia, reflexiona sobre esos momentos críticos: «De todos los penaltis que tiramos solo se falló uno. A pesar de que no tiré ningún penalti, vi cómo mis compañeros lo hicieron con confianza y bastante bien».
Pablo Ortega destacó la tanda de penaltis de cuartos de final ante Huelva: «Yo creo que fue un punto de inflexión. Ahí creo que nos dimos cuenta de que podíamos ganar el torneo y en semifinales ante Almería se notó que la primera parte que hicimos fue espectacular».
El trabajo mental también fue esencial en momentos difíciles. Sergio Rubia comenta: «El equipo empezó a saber sufrir desde la fase previa. Un equipo que sabe sufrir a la larga puede dar resultado. No pensaba que íbamos a llegar a donde hemos llegado, pero lo hemos conseguido». Con humildad y partido a partido se plantaron en la final, siendo la gran sorpresa del torneo.
El clímax del campeonato llegó con la final contra Granada. La tensión era palpable mientras el marcador se mantenía igualado y de nuevo, penaltis. José Zumaquero siempre confió en este equipo para salir campeón: «Desde el primer momento lo creímos. Cuando el equipo creyó en la idea, se formó y estuvo compacto, desde ese momento sabíamos que teníamos todo para ser campeones». Manu González, añade: «Íbamos sin presión y una vez que fuimos capaces de ganar los penaltis contra Huelva, el grupo se vio capaz de conseguir el objetivo»
Finalmente, la UMA logró la victoria, y el sueño se hizo realidad. La alegría fue inmensa, y Cristóbal Falcón, que lleva varios años en la selección, agradeció la confianza de portar el brazalete: «No me esperaba ir al campeonato, no me esperaba ganarlo y al final te lo encuentras todo siendo el capitán. Es un orgullo y es algo que me gusta transmitir a mis compañeros».
Con este título bajo el brazo, la UMA se enfoca ahora en el Campeonato de España Universitario que se celebrará entre el 8 y 11 de abril en Madrid. Desde su victoria en Almería, el combinado universitario no ha dejado de trabajar: «Desde que terminó el CAU, hemos trabajado en la planificación, empezando por el desplazamiento, hotel, recuperaciones y comidas. Queremos que todo salga bien», explica Juan Luis.
El vestuario se encuentra con mucha motivación y optimista antes de viajar a Madrid. «El equipo está preparado para todo y pienso que trabajaremos bien a raíz de la presión que tenemos. Somos los campeones de Andalucía y tenemos expectativas altas», comenta Sergio Rubia.
Los jugadores mantienen la misma mentalidad que en el CAU: «Vamos a seguir con los pies en la tierra, trabajando desde la humildad y partido a partido», explica Felipe Cejas. Pablo Ortega muestra su confianza y cuenta las ganas de vivir esta experiencia: «Vamos a disfrutar. Hacemos lo que nos gusta y si vamos con tranquilidad, trabajamos y ponemos la calidad que tenemos, vamos a ganar seguro».
Por su parte, Jose Zumaquero mantiene su filosofía del partido a partido antes de este nuevo reto: «La idea es la misma, competir cada partido. Hay que enfocar cada partido como si fuera una final. Es verdad que el formato es diferente y hay que darle una vuelta táctica. Aún así, seguiremos soñando con lo máximo posible»
Y así, con la misma fuerza, humildad y determinación con la que llegaron al CAU, el equipo de la Universidad de Málaga se prepara ahora para afrontar el Campeonato de España. Unidos y con el compromiso intacto, este grupo de futbolistas sigue demostrando que, con esfuerzo y trabajo en equipo, todo es posible. Sea cual sea el resultado en Madrid, el legado de este equipo ya está escrito: el aura que los ha acompañado en cada paso es la verdadera victoria. Y eso nadie se lo podrá quitar.
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