Borrar
A la izquierda, Tecla Lumbreras, una amante del arte y apasionada de su profesión. A la derecha, Maite Méndez Baiges ha sido nombrada directora del Instituto Universitario de Investigación en Género e Igualdad de la UMA. CRÓNICA
Reconocimiento a una trayectoria en el arte y en el feminismo

Reconocimiento a una trayectoria en el arte y en el feminismo

Premios MAV 2020.

CLAUDIA ARANDA

Martes, 2 de marzo 2021, 00:10

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

«Que haya dos personas malagueñas y de la UMA entre las premiadas nos tiene que hacer sentir muy orgullosas. Estamos trabajando muchísimo, hay muchas mujeres y un feminismo con un gran talento en esta universidad». Tecla Lumbreras y Maite Méndez fueron galardonadas en los Premios MAV 2020 otorgados por la Asociación de Mujeres en las Artes Visuales, una organización a nivel nacional que aglutina a numerosas profesionales de las artes visuales en diversos ámbitos, con el objetivo de promover la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres dentro de este sector. La vicerrectora de Cultura de la Universidad de Málaga, Tecla Lumbreras, fue galardonada por su trayectoria como gestora y comisaria cultural. Por su parte, la profesora catedrática de historia del arte de la UMA, Maite Méndez Baiges, recibió el premio como reconocimiento a su labor como teórica, crítica e investigadora.

En esta VIII Edición de los Premios MAV se otorgaron cinco premios en cinco categorías: artista/creadora, galerista, comisaria/gestora, teórica/investigadora y un proyecto individual o colectivo. «Los Premios MAV se crearon con el objetivo de otorgar reconocimiento a la excelencia de las mujeres en las artes visuales y visibilizar su trabajo en todos los campos del sistema del arte», explica Tonia F. Trujillo, secretaria general de la Asociación y delegada territorial en Andalucía. Asimismo, reconoce que surgieron por la necesidad de romper con la histórica invisibilidad de la mujer en la concesión de premios en el sector de las artes visuales.

«Sentí una emoción que no había sentido nunca», admite Tecla Lumbreras. La vicerrectora destaca que lo que más le enorgullece es quién le ha otorgado el premio: «La Asociación de Mujeres en las Artes Visuales a nivel nacional está formada por mujeres feministas, luchadoras y valientes a las que tanto admiro, fue un placer sentirme parte de ese grupo». Reconoce también que para ella ha sido un honor haber sido galardonada en el difícil año 2020, en el que el Covid-19 ha venido a complicar más aún la situación de las mujeres en la cultura. La ceremonia de entrega de premios fue realizada de forma 'on line'.

Tecla Lumbreras fue galardonada por su trayectoria como gestora y comisaria cultural y Maite Méndez Baiges como teórica e investigadora«Sentí una emoción que no había sentido nunca», admite Tecla Lumbreras El feminismo forma parte de sus vidas desde que eran muy pequeñas, aunque probablemente no de forma conscienteLumbreras sobre su labor como gestora cultural: «Es lo que yo soy y es lo que sé hacer» Maite Méndez: «Los conceptos que asociamos al arte como el de la genialidad benefician a los hombres más que a las mujeres» María Gimeno recibió el premio al proyecto individual o colectivo por su trabajo 'Queridas viejas'

Maite Méndez recuerda entre risas que cuando le llegó el correo que decía 'Concesión Premio MAV' ella lo abrió tranquilamente para ver a qué compañeras se lo habrían concedido. «Pensé que era el típico correo que nos llega a todas las socias y resulta que era el mensaje que me decía que me lo habían dado a mí como investigadora», cuenta. Tanto Lumbreras como Méndez son socias de MAV, además forman parte de la asociación malagueña 'Colectiva Observatorio Cultural Feminista'. Esta asociación nació en 2018 con la finalidad de crear un tejido social de mujeres de la cultura fuerte y activo, para velar y luchar por los derechos de las artistas y otras agentes culturales y para fortalecer el estatus de la artista en el sistema del arte de Málaga. Fue esta asociación la que las propuso para los premios.

«Desde Colectiva me aportan mucha información y también conocimiento, les hago muchas consultas sobre artistas, comisarias, gestoras, etc. Es decir, que me mantienen al día», explica Lumbreras. A lo que Maite Méndez añade: «Ambas asociaciones han sido el punto de encuentro de un montón de mujeres que trabajamos en artes visuales, porque si no estábamos trabajando de un modo muy aislado y crear esas redes es fundamental para adquirir fuerza, visibilidad y poder reivindicar».

Feminismo inconsciente

El feminismo forma parte de sus vidas desde que eran muy pequeñas, aunque probablemente no de forma consciente. La abuela de Maite Méndez era costurera, se ganaba su propio dinero y siempre le transmitió a ella la idea de que debía estudiar, sacarse una carrera, tener una profesión y ser una mujer independiente. Lumbreras recuerda lo mismo de su madre, una mujer con nueve hijos a la que ella «recuerda siempre embarazada». Al igual que la abuela de Méndez, esta le transmitió a su hija la búsqueda de la independencia: «Ella me decía 'Tecla, tú estudia tu carrera, sé independiente y luego ya piensa en casarte y tener hijos' (risas)». A pesar de ello, la vicerrectora reconoce que lo tuvo claro desde el principio: ella no quería tener hijos porque sabía que eso significaba renunciar a su pasión, el arte. «Es duro, lo sé, pero soy hija del mayo del 68 así que en ese sentido era muy moderna y tenía muy claro que no quería tener hijos, yo quería hacer mi vida», admite.

La madre de Maite Méndez también inculcó los valores feministas a su hija, quizá de manera un poco más formal que su abuela. Durante la transición formó parte del Partido Socialista Popular y se dedicaba a cuestiones referentes a la mujer. «Mi madre daba mítines en la Plaza de Toros de las Ventas. Era la que ponían a defender el derecho al aborto porque era mujer y porque tenía ocho hijos, con lo cual era un argumento muy fuerte contra la derecha que decía que los que querían el derecho al aborto eran unos 'asesinos de criaturas'», explica Méndez Baiges. A pesar de que el feminismo llega de esa forma a ella, reconoce que no creó la conciencia feminista que tiene hoy en día hasta que tenía 30 años.

Pasión por el arte

A ambas fueron sus padres los que les transmitieron la pasión por el arte. Tecla Lumbreras cuenta que su padre pintaba, en su casa había un montón de cuadros y, además, era un lector empedernido. Sus hermanos Clara y Chema eran artistas, y ella misma incluso pintaba cuando era joven. «Pero desde que empecé a dedicarme al mundo del arte me di cuenta de que era mejor que pintaran ellos por mí, coleccionar sus obras de arte. ¿Qué es un coleccionista? Un artista que prefiere que otros pinten obras que a ellos les hubiese gustado pintar», afirma, añadiendo que siempre le ha gustado rodearse de creadores porque tienen la capacidad de ver cosas que los demás no son capaces.

Méndez se sumergió primero en el mundo del arte que en el de la investigación en género. Se dedicó a estudiar y trabajar en cuestiones de estética y arte, de forma que fue desarrollando una consciencia feminista cuanto más sabía del tema. «Creo que le ha pasado a muchas investigadoras», apunta. La catedrática explica que se dio cuenta de que la visión en la historia del arte y la estética era absolutamente patriarcal. «Las jóvenes de hoy sí que desarrollan esa consciencia feminista desde mucho antes porque tienen profesoras que les hablan de arte y género desde que entran en la carrera, algo que nosotras no teníamos», sostiene.

Tecla Lumbreras ha desempeñado durante toda su carrera profesional trabajos muy distintos, pero con el que más identificada se siente es con el de comisaria y gestora cultural, categoría en la que le han otorgado el Premio MAV. «Es lo que yo soy y es lo que sé hacer», reconoce. Después de tantos años de oficio a sus espaldas, admite que lo que tiene más claro es que se requiere de un compromiso, una dedicación y una entrega total a la que seguramente sea, para ella, la tarea más bella del mundo. «En la cultura siempre nos ven como tomando copitas o alternando, pero solo las que estamos en esto sabemos cuánto merece la pena y cuánto hay que arremangarse», explica Lumbreras, que se siente una afortunada por poder dedicarse a su pasión, una pasión que se ha convertido en su vida y que a menudo le da muchas alegrías, como este premio.

Desigualdad en el arte

Según el último informe de MAV que analiza la autoría de las exposiciones individuales realizadas en 20 museos y centros de arte en España desde 2014 a 2019, solo el 31% del total de las exposiciones son de autoría femenina. Sin embargo, si se comparan los datos con los de años anteriores, las cifras resultan algo esperanzadoras: en el período de 1999 a 2009, solo el 21% de las exposiciones eran de autoría femenina, mostrando un ligero incremento entre los años 2010-2013 con un 23%. «Hay que tener en cuenta que vivimos todavía en un mundo heteropatriarcal que está dominado por hombres y que hay un techo de cristal que todavía nos impide hacer muchas cosas», argumenta Tecla Lumbreras, que reconoce que la mayoría de los coleccionistas son hombres y que, por tanto, estos compran obras realizadas por hombres. Aunque las cifras demuestran que es mayor el número de mujeres en las facultades de bellas artes e historia del arte, los puestos de dirección siguen estando ocupados por ellos. «Y claro, ellos tienden a mantenerse, reproducirse y protegerse», mantiene la vicerrectora.

Maite Méndez Baiges lo explica desde una perspectiva más teórica: «El propio concepto del arte que hemos heredado lleva en sí una semilla patriarcal, los conceptos que asociamos al arte como el de la genialidad, el de la creatividad absoluta, la creencia de que el talento es algo innato... todo eso beneficia a los hombres más que a las mujeres. Empezando por la idea de genio que asociamos normalmente a los hombres y no a las mujeres en el campo de las artes visuales». Es por ello que considera esenciales estos premios, para que las mujeres jóvenes puedan tener referentes y también para que sirva como reconocimiento a las historiadoras del arte y a las artistas, a las que todo les cuesta el doble. «En una feria como Arco el porcentaje de artistas mujeres es casi irrisorio», añade Méndez. Y efectivamente.

Arco 2020, la feria del mercado del arte más internacional de nuestro país, solo contó con un 6,4% de mujeres artistas españolas. Otro dato muy representativo es que el porcentaje de galerías representadas por hombres aumentó de un 45,4% en 2019 a un 48% en 2020. Las representadas por grupos mixtos también pasaron de un 23,2% a un 26,7%, siendo solo las galerías representadas por mujeres las que cayeron más de seis puntos: de un 31,4% en 2019 a un 25,3% en 2020. «Es así, hay un techo de cristal. En los patronatos de museos y en las direcciones de museos son, al menos en España, mayoritariamente hombres; y en cuanto desciendes ya un peldaño o dos hay mayoría de mujeres. Claro, esas mujeres están haciendo muchísimo trabajo, pero mucho menos visible que el que está haciendo el director», explica Méndez Baiges.

La invisibilidad de las mujeres en los libros de historia del arte también es una realidad. La profesora catedrática Maite Méndez cuenta que es en las vanguardias del siglo XX cuando quizá empiezan a aparecer algunas mujeres, pero en épocas anteriores como El Barroco o El Renacimiento la presencia de las mujeres es nula. «Lo que vemos en nuestra investigación es que si empiezas a indagar sí que te salen esos nombres, mujeres que en los años 20 exponían en España o en Europa y que salían en las críticas de arte de los periódicos generalistas, luego sus nombres quedan completamente borrados», narra. Lumbreras admite que 'anónimo' en el arte es sinónimo de mujer: «Hay cantidad de obras que se están recuperando que no se sabía quién era el autor o la autora y ahora se ha comprobado que eran mujeres».

Precisamente la artista María Gimeno, premiada en la VIII Edición de los Premios MAV en la categoría a mejor proyecto individual o colectivo, fue galardonada por su trabajo 'Queridas Viejas', una conferencia performativa que incluye a las mujeres artistas en el manual de 'Historia del Arte' de E. H. Gombrich, un libro con el que muchas generaciones han estudiado arte en todo el mundo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios