El análisis de un siglo lleno de luces y sombras

Allá por aquellos primeros años del siglo XXI, desde Londres nacería una nueva investigación con una mirada al pasado. Esta vendría de la mano de la catedrática de Filología Inglesa de la Universidad de Málaga Rosario Arias, mientras leía la novela de Sarah Watters 'Affinity'. «Nunca olvidaré cuando leí esta novela victoriana por primera vez. Se me abrió un nuevo mundo. Una novela contemporánea ambientada en el siglo XIX», cuenta Arias sobre el comienzo de su interés en la investigación. Varios años han pasado desde entonces y, ahora en 2020, Rosario Arias va viendo la luz a su trabajo.

De este interés por el pasado nace la Asociación Española de Estudios Victorianos y Neovictorianos (VINS), que fue presentada la pasada semana en la Facultad de Filosofía y Letras de la UMA. Este proyecto, liderado por Rosario Arias, parte de una iniciativa conjunta con profesionales de otras universidades. En él se trabaja sobre la temática de la época victoriana para llegar a revisiones contemporáneas de aquellos años, un fenómeno que definen como 'neovictorianismo'. «El 'neo' hace una mirada al pasado, pero no nostálgica. No hace una visión idílica de lo maravilloso que fue vivir en esa época, sino que lo que hacemos es dar voz a cuestiones que estaban olvidadas», explica Arias.

La catedrática fue una de las primeras personas en España que comenzó a interesarse por analizar esta parte de la historia y asegura que «fue un siglo lleno de contradicciones ideológicas y culturales que aún siguen». Esto se ha ido descubriendo a lo largo de la investigación. Temas como el papel de la mujer, los avances científicos o tecnológicos han sido evidentes en su comparación victoriana con la actualidad. «Hay críticas que sostienen mucho paralelismo. Es una época de grandes avances, con protagonismo de la mujer que buscaba salir de los cánones tradicionales en la doctrina de las esferas separadas. ¿Qué pasa? ¿Por qué hay tanto del siglo XIX ahora?», analiza Arias.

Detrás de todas estas cuestiones se encuentra un gran trabajo investigador. Desde todos los docentes a nivel internacional y nacional hasta los de la Universidad de Málaga. Y no solo docentes, sino que Rosario Arias cuenta con jóvenes que están sumergiéndose en el papel investigador de la UMA. Tal y como asegura la profesora, «tener gente joven es muy importante». «Cuento con un equipo sólido y nos admiramos mutuamente. Ahora trabajamos por aunarlo todo para darnos a conocer», añade. Parte de este grupo joven lo conforman Juan José Martín, Magdalena Flores, Rosa Haro y Manuel Hueso.

No directamente, pero los alumnos a los que Rosario Arias da clase también forman parte de este proyecto. «Es bonito y soy muy afortunada por poder dar clase de lo que investigo. Lo aplico en el aula y las aportaciones de los estudiantes también me hacen avanzar en mi trabajo. No tendría sentido lo que hacemos sino lo comunicamos a la sociedad», asegura la docente. Arias considera que la investigación es un compromiso que hay con los ciudadanos. La necesidad de saber de dónde venimos, de poder ser críticos con lo que ocurre en el día a día, viene de la mano del pasado. «Creo firmemente en el papel que tenemos como investigadores. Es muy importante conocer el pasado para entender mejor el presente y el futuro», apunta Arias.

La investigación es puntera en la Universidad de Málaga. Cada vez más, con iniciativas como esta, los universitarios conocen y sienten la necesidad de saber más allá de lo que aprenden en sus respectivas carreras. «Hay muchas patentes que tienen aplicaciónes evidentes. Nuestra investigación quizás no es tan evidente, pero sirve para no cometer errores, enfrentarnos a lecturas y opiniones y poder valorarlas. Tener voz crítica hoy en día es más necesario que nunca y eso lo proporcionamos los investigadores de cultura y literatura. Además nos hace mejores personas», concluye Rosario Arias.