La AECC otorga seis nuevas ayudas para la investigación del cáncer en Málaga
El CIMES recibe una importante inversión para que uno de sus científicos, Francisco García, pueda poner en marcha su proyecto
Cristina Jiménez
Martes, 23 de enero 2024, 09:56
El cáncer, algo que para muchos desgraciadamente resultará familiar, para otros será una simple palabra que resuena en ocasiones en anuncios o en noticias ajenas ... a su entorno, en campañas que se muestran en redes sociales para recaudar dinero o habrá algunos que se preguntarán: «¿Para qué?». Hay muchas enfermedades que se han convertido en parte de las rutinas diarias de las personas y ya forman parte de nuestro común vocabulario. Miedo, tristeza, fuerza, incertidumbre y esperanza inundan los corazones de las personas cuando el cáncer llama a la puerta.
Está más que claro que para poder luchar contra este mal se necesitan métodos y soluciones efectivas, pero como bien sabemos no es algo tan fácil. La investigación en este tipo de campos es esencial, y así lo confirma uno de los investigadores de la UMA, Francisco García. En los últimos tiempos se han dado avances muy importantes en esta materia, como explica García, «en el tratamiento del diagnóstico de cáncer, en general, se ha mejorado mucho, pero hay algunos que se han quedado un poco atrás».
Existe una larga lista de tipos de cáncer, en la que muchos de ellos están marcados con subrayador fluorescente, están los más conocidos por la población y de los que ni quiera se sabía su existencia. Para poder avanzar en la materia se necesita un gran número de recursos, tanto materiales como humanos, acompañados de una importante inversión económica.
Difícil situación
Ante esta difícil situación, en la Universidad de Málaga existe un laboratorio que lucha por encontrar mejoras en este campo, el Centro de Investigación Médico Sanitario (CIMES), el químico que está al frente del proyecto es Francisco García, y como él cuenta «el objetivo en general es intentar mejorar la supervivencia de tumores que ahora mismo tienen baja tasa de supervivencia, o sea, los que son más agresivos», entre ellos están los tumores cerebrales.
Pero para que estas investigaciones se puedan llevar a cabo es necesaria una inversión económica, a la que en este caso, se ha querido sumar la Asociación Española Contra el Cáncer; dedican parte de sus recaudaciones anuales para impulsar estas iniciativas. Málaga y seis investigadores han recibido por primera vez estas ayudas, entre los afortunados se encuentra Francisco García. Gracias a la colaboración de 124.000 euros de AECC podrán desarrollar nuevas herramientas para mejorar el diagnóstico y el tratamiento de radiación en pacientes con tumores cerebrales, así podrán optimizar y personalizar su tratamiento. De esta forma, la atención de los pacientes evolucionará de forma positiva y por lo tanto también lo hará su calidad de vida.
«Uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres padecerá un cáncer a lo largo de su vida», recalca Itziar Ochotorena, gerente en el Centro de Investigaciones Médico Sanitarias (CIMES). Una enfermedad que está más que presente en la sociedad, marca y condiciona las vidas de la gente. Muchos no tienen tratamiento, solución o mejora, para los que la sufren llega como una sentencia con el peor de los veredictos.
Una lucha unida
Por ello la colaboración de estos investigadores es muy importante. En el caso del proyecto que plantea García, su foco de atención va para los tumores cerebrales, aquellos que como él quiere dejar claro son más agresivos y tienen menos esperanza de mejora. Con este avance «va a aumentar su calidad de vida y la supervivencia», recalca García.
Con una técnica de imagen llamada tomografía por emisión de positrones (TEP), utilizan un contraste radiactivo para visualizar el metabolismo de los tumores. Gracias a este fármaco radiactivo que han desarrollado, con las pruebas van a obtener información más completa que la que se obtiene solo con la resonancia magnética, ya que como explica el investigador «se ve perfectamente en qué zonas está el tumor activo, con esto los médicos pueden hacer los cálculos más efectivos y saber dónde aplicar la radioterapia».
Nuevas técnicas
Itziar Ochotorena, como gerente del CIMES, cree que «a nivel de centro nos parece vital este tipo de avance, de los radiofármacos se sabe poco, pero tienen muchísima utilidad, y de cara al futuro serán importantes estas mejoras a nivel de diagnóstico». El centro ha permitido que el equipo de investigación de Francisco García lleve a cabo su proyecto, pero además, como su propia gerente menciona, «hemos participado y participamos en ensayos clínicos de cáncer de próstata, de pulmón, en el digestivo y también de linfomas o cánceres de mama, es decir, queremos promover avances en todos los tipos».
Con el proyecto del radiofármaco la evolución es clara. Francisco García cuenta que se han hecho unas pruebas iniciales en Alemania y se ha visto que sí es efectivo. «Estamos seguros de que va a aumentar aunque sea un poco la supervivencia final, con el tratamiento de radioterapia sus vidas van a mejorar», insiste García.
Con el tratamiento que proponen se puede ver en qué zonas sigue activo el tumor, después de haberlo extirpado, incluso después de someterse a la radioterapia, con estas pruebas se puede comprobar si queda algo activo. Con este nuevo fármaco el avance es más que evidente, ya que gracias a él se pueden encontrar patrones con los que incrementar o focalizar más la radioterapia; como cuenta García, el proceso es el siguiente: «En las imágenes vemos un puntito, ahí es donde el tumor tiene mayor actividad, pues ahí vamos a darle más radioterapia. Si por el contrario no se ve nada, eso significa que no hace falta darle más radioterapia». Para poder poner en práctica este nuevo fármaco la colaboración de un equipo médico que evalúe los casos y los cambios es de suma importancia. La base está más que clara y desarrollada, García se ha encargado de sentar los cimientos. Esta investigación no va a quedar solo en la teoría, se pondrá en práctica en el Hospital de la Fe de Valencia. «La receta del radiofármaco se quedará en Málaga, para que llegado el momento los hospitales de la provincia se puedan beneficiar de estas mejoras», explica García.
Una ayuda indispensable
Para poder desarrollar todo este proyecto, la colaboración y ayuda de AECC ha sido vital, como el mismo García explica, «requiere de mucha inversión económica, sin esta colaboración no sería factible ponerlo en marcha». Además del importante papel de los recursos económicos, detrás del proyecto hay horas de trabajo, la necesidad de estudiar todo tipo de casos, estar al día y conectado con los últimos avances y que como Ochotorena explica «es un trabajo que requiere mucha implicación».
El tema del cáncer siempre va a causar interés entre la población, porque como bien explica García «siempre conoces a alguien que lo padece o que ha tenido casos cercanos», por ello la gente siempre se interesa por los avances y las mejoras.
El papel de todos los investigadores que trabajan y estudian por mejorar la calidad de las personas es de vital importancia. Hace veinte años, que alguien pudiera someterse a un tratamiento de radioterapia era prácticamente imposible, pero con la evolución y el trabajo de todo este tipo de equipos se han salvado muchas vidas. Tanto Francisco García como Itziar Ochotorena han querido agradecer la ayuda de AECC y de los sus voluntarios.
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