La plataforma 'Ronfunding' financia varias propuestas estudiantiles de la UMA

Málaga. Los estudiantes de la Universidad de Málaga han recurrido a una fórmula excepcional para conseguir algunos materiales que echan de menos en sus respectivas facultades. La clave está en el ron Ritual. Y es que esta marca ha puesto en marcha la plataforma 'Ronfundig', a la que pueden dirigirse los universitarios de toda España para intentar financiar los proyectos que tienen en mente.

Por ahora, esta especie de 'crowfunding' ya ha dejado su huella en los alumnos de la Facultad de Comercio y Gestión de la UMA. Más concretamente, un escáner (valorado en 414 euros) y un proyector, junto a un ordenadora portátil valorados en 827 euros. Elena Márquez y Ariana Albisbeascoechea son las dos alumnas del centro que se lanzaron a probar suerte, con la sorpresa del desenlace final. Ambas están en la Asociación de representación estudiantil Diferencia de Marketing, y coinciden en que no tenían «ninguna esperanza».

Hay dos maneras de conseguir con éxito los materiales solicitados: por un lado, en forma de donaciones; y, por otro, al consumir copas de esta marca, ya que se recibe un código con el que se puede votar e impulsar las iniciativas presentadas por los estudiantes. «Cuando vimos en la web que el escáner estaba casi financiado no nos lo creíamos», relata Elena.

El aspecto de la propiedad, sin embargo, es algo que no queda del todo definido en las bases de la plataforma. En los casos que se han dado hasta ahora en la UMA, las dueñas son las mismas que presentaron las propuestas. «Aunque dimos nuestros nombres, la intención es que los materiales pasen a la asociación de representación de estudiantes», cuenta Ariana. De hecho, se ubican en el despacho que la universidad cedió a Diferencia en su facultad. «Cuando terminemos la carrera, habrá un relevo generacional en la asociación y los productos podrán seguir en la facultad, con la idea de que sigan estando a disposición de los estudiantes», explica Elena.

Al servicio del alumno

Por otro lado, el vicedecano de Alumnos del mismo centro, Benjamín del Alcázar, describe como «muy interesante» la acción de los estudiantes. «Los productos que se han conseguido están al servicio de los alumnos, aunque no estén inventariados porque no los ha pagado la propia universidad». Asimismo, entiende que «es como si fuese una donación, a efectos prácticos», a pesar de que se les haya adjudicado a las alumnas, y reitera que defiende todas las propuestas que sirvan para «mejorar el equipamiento del centro».