María del Carmen Fernández: «Quería que la imagen fuese representativa de Málaga, pero sin caer en los tópicos»

-Ha ganado el certamen por unanimidad del jurado, ¿cómo le llegó la noticia?

Pues me sorprendió mucho cuando me lo dijo el director del Festival de Málaga-Cine Español. Orgullosísima, y más teniendo en cuenta las personalidades que formaban parte del jurado. Es que no me lo creo todavía.

-Explique el diseño, ¿cómo relacionó conceptos como 'verdiales' y 'cine'?

-Quería que la imagen fuese representativa de Málaga, pero sin caer en los tópicos. Yo a los verdiales les tengo un especial cariño desde joven, y vi que podía ser una buena opción. Los colores aluden a la diversidad y con las cintas hice una analogía con las cintas cinematográficas.

-¿Le preocupaba la competencia de los otros diseños?

Evidentemente. Al presentarse más de 300 carteles, me imaginaba que muchos no serían profesionales. Pero también hay diseños buenísimos. Es el tercer año que me presentaba y estuve estudiando las tendencias. Sabía que era bueno porque visual y conceptualmente reúne muchas cualidades.

-Ha logrado imponerse justo cuando el certamen cumple la mayoría de edad...

-Sí, es una buena oportunidad. Estoy contenta porque es un festival internacional, pero darle imagen justo cuando cumple 18 años resulta abrumador.

-El que la sigue la consigue, podríamos decir. ¿Había participado en otros concursos de estas características?

-Sí, en un par más, aunque no eran tan importantes. Antes me resultaba un poco frustrante cuando no ganaba, pero después de hacer la carrera de Bellas Artes lo tomo con otra filosofía. Son como ejercicios de creatividad y, si no me sirven para ganar, me sirven para mi trayectoria.

-¿Cómo ha vivido las distintas fases del concurso?

-Pues a la expectativa, claro. Contaba con el no antes que con el sí y procuraba mantener un equilibrio para no dejarme llevar por la emoción. Después llegó lo mejor, cuando me citaron para la entrevista y empecé a sospechar algo; luego, cuando me dijeron que había ganado, pero que no se corriera mucho la voz... Muy emocionante todo.

-Artísticamente utiliza el sobrenombre Güe, ¿de dónde viene?

-Me lo pusieron unos amigos cuando era muy joven, y decidí utilizarlo para firmar los trabajos y los cuadros que he pintado. Me gustaba la idea de que mis amigos me reconocieran cuando lo leyesen, y para dar un poco de distinción, como una marca.

-Hace poco que terminó la carrera de Bellas Artes, ¿cumplió sus expectativas?

-Totalmente. De hecho, ahora que la he acabado veo todo lo que me ha servido. A veces hay que tomar distancia para darse cuenta. Yo creo que sin saber todo lo que he aprendido en la carrera no podría haber ganado el concurso, aunque tenía rodaje de antes y estudios, y todo aporta algo.

-Se ha publicado algún artículo afirmando que hay coincidencias entre su diseño y el de un cartel del Festival de San Sebastián, ¿qué opina al respecto?

-Que el que lo haya escrito no será malagueño, porque el concepto en el que yo me he basado lo tira por la borda. Analizando la imagen del otro cartel veo líneas horizontales, las mías son verticales; utiliza líneas rectas, las mías son ondas. Los colores de mi diseño los he seleccionado viendo el sombrero de lazos de verdiales, con dos tonos de cada color. Entonces, sí, son líneas y son colores, si a eso se le llama coincidencia...

-No sé si llegó a leer el artículo, ¿cómo le sentó personalmente?

-Me sentó mal, porque no sabía si defenderme o no. Yo parto del concepto de los verdiales. La única coincidencia que yo veo es que ambos son carteles de festivales de cine, la verdad.

-Parece que los carteles de Málaga nunca están exentos de polémica, ¿por qué cree que pasa esto?

-Yo lo que creo es que no se puede agradar a todo el mundo. Es verdad eso de que para gustos, colores. Yo agradezco las críticas porque me sirven para mejorar. Ya me avisaron desde la organización de que esto podía ocurrir, que cuando hay un ganador siempre salen detractores. No tendría por qué ser así. A mí a veces me han gustado los diseños y otras veces no, pero he respetado el trabajo que ha resultado ganador.