«La paz sólo será posible si se respeta la diversidad cultural»
El investigador Dominic Wolton ofrece una conferencia sobre las paradojas de la comunicación en la sociedad del conocimiento
IRENE QUIRANTE
Miércoles, 14 de enero 2015, 12:05
Antes de dejar escapar el 2014, la Universidad de Málaga recibió la visita del intelectual de la comunicación Dominique Wolton. El director del Centro Nacional ... de Investigación Científica (CNRS) estuvo en el Aula Magna de la facultad de Ciencias de la Comunicación, donde compartió algunos fragmentos de su teoría y desglosó las cinco paradojas de la comunicación que, a su parecer, se han gestado en la sociedad del conocimiento.
«La experiencia humana con la comunicación, por lo general, es dolorosa», decía con rotundidad. Según Wolton, en los tiempos que corren impera la incomunicación y, en cuanto «salimos de las redes», no existe ni un ápice de comprensión. Como otros padres de la comunicación, planteaba ante una sala abarrotada de alumnos que el proceso comunicativo tiene una dimensión eminentemente política y se preguntaba en voz alta «qué condiciones estamos dispuestos a a aceptar para permitir la cohabitación pacífica de los pueblos, las culturas y las religiones». En esta línea, defendía que la paz sólo será posible «si se respeta la diversidad cultural», y también se cuestionó sí el «acortamiento de las distancias físicas gracias a Internet y a los medios de transporte» acabaría facilitando la convivencia basada en la tolerancia, o todo lo contrario, provocando más enfrentamientos y muertes.
Pese a lo negativo de su teoría, el investigador quiso aportar una pincelada de color señalando algunos acontecimientos que considera positivos. Uno es la Convención de 2005 sobre la protección y la promoción de la diversidad de las expresiones culturales. «Evidentemente, ningún país la respeta a día de hoy. Pero ya está ratificada por esos países, así que de alguna manera están implicados en su ejecución. El segundo aspecto que consideraba digno de mención es la existencia de Europa. En un continente «donde hay muchos prejuicios y no se respetan los unos a los otros» no han surgido conflictos notables, lo cual señalaba como un primer ejercicio de cohabitación pacífica. «Aunque la Europa actual es muy gris y excesivamente burocrática, no deja de ser una utopía de convivencia cultural y me parece que merece la pena».
Las cinco paradojas
El autor de 'Internet, ¿y después qué?' expuso las paradojas que subyacen en la era de la sociedad del conocimiento. La primera de todas: información no significa comunicación. Durante siglos se comprendió que eran sinónimos, pero el progreso tecnológico supuso la ruptura de esquemas. La segunda tiene que ver con el detrimento que han experimentado los medios de comunicación en relación al auge de Internet y las redes sociales: «La comunicación se ha individualizado. Cada persona está en contacto con aquel colectivo que resulta de su interés y se desentiende de todo lo demás».
La tercera controversia que compartía el creador de la revista 'Hermès' tiene que ver con el papel del receptor, que «no queda del todo claro» en la vorágine de mensajes que se intercambian con tanta rapidez, dificultando la asunción del rol de receptor o emisor. La cuarta es una consecuencia de la anterior, ya que, según Wolton, el misterio del receptor nos lleva a la incomunicación.
La última de todas resumía que en un mundo globalizado la alteridad no se percibe. «Cuanta más información tenemos y más comprensión se espera del otro, más afloran las identidades opuestas que acaban provocando los conflictos culturales».
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