Torremolinos quiere tener su nuevo plan urbano en otoño de 2027
El Ayuntamiento fija por contrato los tiempos con los redactores del proyecto y trabajará para agilizar el procedimiento
La Alcaldía del Ayuntamiento ha acogido la firma del contrato para la redacción del nuevo Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) y el Plan de ... Ordenación Urbana (POU) de Torremolinos, los instrumentos de planeamiento que sustituirán al PGOU de 2020, tumbado por la Justicia en enero de 2024.
Los documentos, en presencia de la concejala de Regeneración Urbana, Marina Vázquez, han sido rubricados por la alcaldesa, Margarita del Cid, y los arquitectos José Seguí y Ramón Cuevas, de Buró4, cuyos estudios, junto a Ibermad, son los adjudicatarios de este servicio, un contrato que ronda el millón de euros.
El acto no tenía nada de simbólico, puesto que, con el sello en los acuerdos, comienza la cuenta atrás efectiva para que el municipio costasoleño actualice sus instrumentos urbanísticos y salga del limbo en el que se encuentra, dado que, en esta materia, tiene que regirse por el último PGOU vigente, que es el de 1996.
Del Cid ha establecido el otoño de 2027 como tope para que el PGOM y el POU estén aprobados de forma definitiva. Para que esto sea así, es preciso que el visto bueno preliminar llegue el año próximo. Los avances de estas herramientas, que son fruto de una labor previa de un equipo municipal, dedicado en exclusiva a estos borradores, estarán disponibles en un mes y medio, para su exposición pública, ha estimado la máxima responsable municipal.
«Vamos a diseñar acciones determinantes para la regeneración urbana y para embellecer, todavía más, nuestra ciudad», ha dejado claro la alcaldesa, que ha hecho hincapié en que la nueva ordenación, que una vez aprobada, será pionera entre las grandes ciudades andaluzas, tiene que dar «certidumbre» a los inversores que la esperan y a la ciudadanía y responder a necesidades apremiantes, como la mejora del acceso a la vivienda y la movilidad.
En las previsiones del Gobierno municipal se plantea un escenario en el que se «agoten los plazos máximos», es decir, son precavidos ante la necesidad de atender cuestiones, por ejemplo, como las alegaciones y otros contratiempos, pero Del Cid ha insistido en que los tiempos «están muy medidos» y que hay voluntad de agilizarlos.
En la conversaciones que han mantenido ante los periodistas, tanto Seguí como Cuevas han deslizado líneas de trabajo como facilitar que las medidas incluidas en los nuevos planeamientos puedan tener efectos rápidos, aprovechar al máximo el carácter de «modernidad» que marca la ciudad y poner en marcha un urbanismo de «bisturí», esto es, recuperar más que diseñar acciones expansivas, por otra parte, complicadas en Torremolinos, donde las posibilidades del término municipal, ha aclarado la alcaldesa, «están ya agotadas prácticamente».
En lo personal, José Seguí ha mostrado su ilusión por este encargo, que le motiva especialmente, puesto que, en los 80 del siglo XX, fue responsable de la redacción de la ordenación de Torremolinos, antes de su segregación de Málaga.
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