Un nuevo accidente en la rotonda de la Marcha Verde de Torremolinos indigna a los vecinos

Hace tiempo que estos sobresaltos dejaron de ser hechos aislados, por lo que, el último accidente, indigna y preocupa a partes iguales a los residentes en la zona, que reclaman soluciones. Esther, que tiene su vivienda a escasa distancia de la rotonda, asegura que, en los veinte años que lleva en su casa, ha visto accidentes de todo tipo, en uno de ellos, explica, falleció un motorista y, en otro, una chica quedó paralítica. En el del pasado día 18, apunta, el coche que terminó estrellado, donde viajaban los heridos, casi se lleva por delante al de una vecina. «Estoy viva de milagro», asegura esta. Con el susto en el cuerpo, lamenta que, en casi todos los casos, las causas sean muy parecidas: el no respeto a las normas, lo que incluye el exceso de velocidad y el consumo de alcohol.

«La gente llega lanzada» a la glorieta, es otra de las reflexiones para explicar lo ocurrido. Ante esto, se reclaman soluciones, aunque sean «drásticas», como instalar radares o colocar más badenes. El Ayuntamiento, a través de la Policía Local, de hecho, trabaja en un informe sobre las circunstancias que han rodeado los últimos casos para, a partir de ahí, adoptar nuevas medidas con el objetivo de que sean efectivas. No es que no se haya hecho nada, ya se han probado varias soluciones, como la instalación de semáforos, o los resaltos, pero, hasta el momento, no han tenido éxito.

La cuestión no es solo motivo de comentarios en la calle, la cuestión ha llegado al pleno de la Corporación. La última vez, en un ruego al equipo de Gobierno por parte del PSOE, lanzado en la última sesión ordinaria. La glorieta, en la confluencia de la antigua Nacional 340 y José María Amado Arniches, es un distribuidor que conecta los barrios de El Pinillo y Montemar Alto, con gran concentración de población, negocios y servicios, y, además, paso en la ruta hacia las vecinas Benalmádena y Málaga. El pasado 21 de mayo, un turismo, con un conductor que dio positivo por ingesta de alcohol excesiva, se estrelló también allí. Hubo una herida y daños materiales, pero, según vecinos, pudo haber sido peor. «La suerte es que ocurrió de madrugada», explican. Los propios socialistas, en su petición a los actuales responsables municipales, dejaron claro que el problema no es reciente.

Una de las últimas medidas tomadas para reducir accidentes, la colocación de resaltos en la calzada, combinada con un exceso al pisar el acelerador, se releva como contraproducente, «se da el efecto rampa», tal y como explicó el concejal de Seguridad Ciudadana, Cristóbal Molina, a preguntas de este periódico. Esto hace que los vehículos implicados, en ocasiones, cuando la persona que conduce ha perdido el control del volante, cojan impulso y vayan a parar contra la valla que separa la calzada del acerado en José María Amado Arniches, que queda destrozada.