La nueva zona azul de Torremolinos fija una tarifa de 52 euros al año para residentes

En esta ocasión, se ha dado luz verde, en primera instancia, a la espera de su visto bueno definitivo, que tendrá que obtener de nuevo en sesión plenaria, a la ordenanza y el reglamento que regulará el área de estacionamiento con 4.552 plazas de pago en superficie.

El nuevo ordenamiento fija una cuantía de 0,20 euros al día para residentes, lo que se traduce en un euro a la semana o 52 euros al año. La tarifa diaria para personas con movilidad reducida es la misma. En el lado contrario, aquellos que pasan por la ciudad o pasen una temporada, es decir, los que no sean vecinos, tienen que pagar por aparcar 0,30 euros para los primeros 30 minutos, un euro a la hora y 2,50 euros por dos horas y media de estacionamiento, en este caso, en la zona centro mientras.

También está previsto que, en algunos puntos de la Carihuela, Montemar Bajo y el paseo marítimo, en el eje Bajondillo, Playamar, Los Álamos se puede superar este tope y llegar a los 480 minutos, es decir, 6 horas.

El horario de la Zona Azul, una cuestión que ha sido muy criticada por la oposición, varía en función de la época del año y el lugar en el se estaciona. Así, en la zona centro, de lunes a viernes habrá estacionamiento regulado será de 9.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 horas y los sábados de 9.00 a 14.00 horas.

Mientras, en La Carihuela y Montemar Bajo el horario del estacionamiento limitado será en el periodo estival (del 1 de junio al 30 de septiembre) y en Semana Santa de lunes a domingo, de 10.00 a 23.00 horas, mientras que en el periodo no estival será de lunes a viernes, de 9.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 horas y los sábados, de 9.00 a 14.00 horas. Por último, en el eje que conforman el Bajondillo, Playamar y Los Álamos, el horario de estacionamiento regulado estará vigente en la época estival, de lunes a domingo, de 10.00 a 23.00 horas y en el periodo no estival, los sábados y domingos, de 12.00 a 20.00 horas.

Sobre esta organización, además de en el seno de la Corporación Municipal, el Ayuntamiento ha recibido alegaciones por parte de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), Y es, como sostienen desde el colectivo, la obligación de abonar una tarifa diaria para poder dejar el coche y la limitación horaria será un lastre para el personal de la planta hotelera y para otros empleados de los negocios que funcionan en la franja litoral.

Por ello, reclaman «un trato preferente» que garantice que aquellos que se desplacen para ir a su puesto de trabajo no tengan complicaciones para dejar su vehículo y un coste adecuado, que no implique una penalización para un grupo que tiene que acudir a la costa torremolinense varios días a la semana. Además, Aehcos considera que Torremolinos podría seguir el ejemplo de otros municipios y limitar la zona azul en el entorno de las playas a julio y a agosto.

Aehcos estima que solo los 60 establecimientos que hay en primera línea tienen una media de 80 trabajadores en nómina, es decir, unas 4.800 empleados.

Desde el Gobierno municipal explican que no solo la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol ha trasladado su preocupación por las repercusiones para los trabajadores de la zona azul; también lo han hecho sindicatos, como ocurrió con Comisiones Obreras, con los que mantuvieron un encuentro informativo.

Sin embargo, el Ayuntamiento deja claro que hay poco margen de maniobra, pues el volumen del personal es tal que habilitar espacios o bonos específicos dejaría sin efecto el propio sistema de aparcamiento regulado, ya que no habría rotación, que es el principal objetivo de su puesta en marcha. No obstante, han planteado alternativas como llegar a acuerdos para facilitar el uso de aparcamientos públicos y privados que hay cerca de las playas; habilitar nuevos espacios para el estacionamiento de motos o estudiar también la modificación de líneas de autobús para facilitar la llegada del personal del sector turístico o, incluso, crear un servicio expresamente para ello.

En cualquier caso, abren la posibilidad de mantener una interlocución constante sobre el nuevo sistema con la asociación empresarial. Con la ordenanza y el reglamento de la zona azul ya encarrilados, el siguiente paso es sacar a licitación el servicio, para que lo asuma una empresa, a cambio de una contrapartida económica para la Administración local.