Del pollo a la Pantoja a centro municipal: así ha cambiado Cantora Kopas

Tiene 550 metros cuadrados y cuando esté terminado y abierto al público, todos ellos se podrán recorrer a través de una enorme aula pensada para múltiples funciones, una zona de restauración, un escenario para conciertos y otros espectáculos culturales, otra sala para reuniones y exposiciones o una habitación 'gaming', en la que habrá una potente conexión a la red. Y ahí no termina la cosa, el nuevo edificio contará también con una sala de juegos de mesa y otra de robótica y una enorme terraza en la que se levantará un anfiteatro, también para celebrar espectáculos o simplemente para proyectar una película.

Así será el nuevo centro joven de Fuengirola, un edificio público, cuyas obras se desarrollan desde hace unos meses, financiadas por el Ayuntamiento con una inversión de 1,5 millones de euros y que terminarán en aproximadamente dos meses. Está ubicado en lo que el municipio ha venido a llamar Área Libre Fuengirola o lo que es lo mismo, el entorno junto a la desembocadura del río, donde se están concentrando una serie de infraestructuras pensadas para los jóvenes.

Hace más de dos décadas por allí pasaban también los jóvenes y los no tan jóvenes y este futuro espacio era entonces un local de ocio nocturno, el Cantora Kopas, un negocio ampliamente conocido porque estaba regentado por la familia de Isabel Pantoja. Fue en el año 2001 cuando la artista abrió primero su restaurante Cantora, que fue un boom. Al poco, su hijo Kiko Rivera abrió otro negocio cercano: Cantora Kopas.

Ambos locales no fueron comprados ni alquilados, sino adjudicados por el propio Ayuntamiento a empresas vinculadas a la popular familia, a través de una concesión de 25 años improrrogables.

El problema llegó cuando poco a poco se fue perdiendo el interés por los negocios Cantora, que acabaron cerrando. En 2005 se instaló en lo que había sido Cantora Kopas una cadena de comida asiática, que se mantuvo abierta hasta 2023. A partir de su cierre, el local quedó abandonado y ha sido desvalijado en varias ocasiones.

Fue entonces cuando el Ayuntamiento comenzó el rescate de las concesiones de ambos locales, algo que acabó consiguiendo. Aquel paso estratégico fue decisivo para conseguir que lo que antaño fue el Cantora Kopas acabe convirtiéndose en uno de los grandes proyectos municipales para este mandato, que ahora encara la recta final de sus obras y que si todo marcha según lo previsto, será una realidad tras el verano.

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