La polémica por las banderas de Benalmádena firmadas

Una práctica que para el PSOE supone «vulgarizar» y «mancillar» un símbolo institucional. Por ello, en el pasado pleno ordinario reclamó la regularización del uso de la bandera de Benalmádena a través del reglamento de honores y distinciones del municipio. Dicha propuesta consiguió el apoyo de todos los grupos de la oposición (Izquierda Unida-Podemos y Vox), pero fue rechazada y por tanto desestimada por el PP, con mayoría absoluta, quien animó al PSOE a acudir directamente a los tribunales.

No queda ahí el tema, ya que el Gobierno municipal ha sacado a licitación un contrato por valor de 49.586 euros para el suministro de banderas de Benalmádena, según recoge el propio anuncio de licitación, ante el «deterioro de las diferentes banderas instaladas en nuestro municipio», así como para «atender a los actos protocolarios que se desarrollan con asiduidad».

«Jamás ha habido un gasto tan ingente de banderas en el Ayuntamiento de Benalmádena», denunció el portavoz del PSOE, Víctor Navas, quien consideró «oportuno entregar banderas a ciudadanos con éxitos deportivos, culturales o sociales para la ciudad», pero no «el reparto discrecional de banderas con la firma del alcalde, que es lo que se está haciendo».

Por su parte, la concejal de Deportes, Jesica Trujillo, le respondió asegurando que desde el equipo de Gobierno han planteado la cuestión al secretario del Ayuntamiento, quien tras revisar la legislación, «nos informa en conclusión que el régimen jurídico no regula la bandera como obsequio, ni lo prohibe ni lo permite, sino que son los tribunales a quienes les corresponde decir si hay ultraje o mancillamiento». Ante esto, animó al PSOE «a ir a los tribunales, si no tenéis otra cosa mejor que hacer».

De igual forma defendió la necesidad de nuevas banderas para reponer las de diferentes edificios públicos porque «cuando llegamos nos encontramos con que parecían trapos», así como para «cuidar y mimar al deportista, para que se lleven la fuerza de los benalmadenses y vayan protegidos por una bandera que los arrope en sus competiciones».

No opinaron lo mismo el resto de concejales de la oposición. El portavoz de IU-Podemos, Enrique Pablo Centella, señaló que «suena muy mal que un alcalde firme una bandera como el pintor que firma un cuadro o el escritor que escribe un libro». Por ello, dijo estar de acuerdo en que se entreguen a los deportistas, pero reclamó al alcalde que «no garabatee en un símbolo de todos».

Lo mismo apuntó la concejal de Vox, Carmen Isabel Barrios, quien señaló que en otros municipios, como Málaga, el uso de la bandera está regulado en el reglamento de protocolo.