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Lorena Cádiz
Benalmádena
Viernes, 10 de enero 2025, 00:41
Benalmádena Pueblo está sumida en una serie de obras durante estos meses de invierno, que pretenden dar respuesta a varias intervenciones necesarias, según la consideración del Ayuntamiento, y evitar al mismo tiempo la temporada alta de actividad turística en la zona cuando suban las temperaturas. ... En ese contexto, todo el eje principal que divide el centro urbano está cortado al tráfico porque se están llevando a cabo trabajos de forma paralela en el casco histórico, en la avenida Juan Luis Peralta y en la avenida Retamar.
En esta última es donde durante unos días ha sido necesario paralizar los trabajos ante la sorpresa por el descubrimiento de una cavidad de considerables dimensiones en el subsuelo de esta avenida, desde donde se accede a todas las nuevas urbanizaciones del municipio, ya que ese punto es una de las zonas de expansión de Benalmádena.
En concreto, se estaban realizando trabajos para la instalación de una nueva canalización de abastecimiento cuando apreciaron que la bóveda de la cueva se venía abajo y dejaba al descubierto un hueco de varios metros de profundidad y de extensión.
«No había manera de acceder, no éramos capaces de calcular las dimensiones exactas y fuimos conscientes de que se trataba de una cavidad encajada entre todas las casas y edificaciones que hay en esa zona, por eso decidimos para los trabajos en ese punto y encargar un estudio de prospección espeleo-arqueológica que nos diera más información sobre la cueva con la que habíamos topado y sobre la que no existía nada documentado hasta ese momento», explica el concejal de Obras del Ayuntamiento de Benalmádena, José Luis Bergillos.
Dicho estudio, que se contrató por la vía de urgencia, ha dado ya resultados concluyentes, según detalla Bergillos. «La prospección arqueológica ha confirmado que se trata de una cavidad natural producida por el agua que corre por el subsuelo, que no tiene nada que ver con el exterior y que no hay evidencias de que en ella haya habido alguna vez presencia humana», explica el concejal.
Esto último es clave porque descarta, por tanto, la presencia de restos arqueológicos, lo que hubiera obligado a realizar estudios en mayor profundidad.
La cueva, que según los cálculos realizados, tiene unas dimensiones de unos ocho metros de diámetro, estaba completamente intacta y hasta la fecha nadie conocía su existencia. Ante esto, y una vez descartada la presencia humana a lo largo de su historia, el Ayuntamiento ha decidido rellenarla con material permeable y documentar el hallazgo, pero poco más. Una vez rellenado el hueco y descartado el peligro para las edificaciones colindantes, los trabajos en la zona han continuado con normalidad.
«No hay que olvidar que Benalmádena es una zona calcárea, con mucha agua subterránea y este tipo de cavidades son habituales. Los más mayores aseguran que hay muchas cuevas bajo el subsuelo de Benalmádena Pueblo», explica Bergillos.
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