Luces regulables, sensores de ruido y papeleras inteligentes: Fuengirola ya está en el futuro

Una papelera inteligente lo que hace exactamente es compactar la basura para que quepa más. Funciona a través de una placa solar y da aviso del momento en que empieza a estar demasiado llena. Según los cálculos del Ayuntamiento, eso evita hasta un 85% de desplazamientos por parte de los operarios de la limpieza para comprobar en qué punto están las papeleras. Las catorce papeleras instaladas ahora se suman a otras trece que ya había y a otras 27 que se instalarán en breve, ya que en estos momentos se está elaborando el pliego de licitación. Todo ello con la idea de ir implantando este modelo por toda la ciudad.

También han entrado ya en funcionamiento en distintas calles de Fuengirola cuatro pasos de peatones inteligentes, que proyectan una luz que se potencia cuando ve a un peatón y que advierte a los vehículos de la presencia del mismo. El objetivo es el mismo que con las papeleras, que este modelo se vaya imponiendo en toda la ciudad.

Esto va en línea con el proceso de sensorización del espacio público, en el que Fuengirola lleva tiempo trabajando. Se trata de una plataforma, que a través de una red mallada distribuida por la ciudad, mediante las luminarias, permite dar mayor o menor potencia a la luz pública dependiendo del entorno y del lugar. Esa misma red cuenta también con sensores de ruido, de manera que «si hay un estruendo, además de dar una alerta a Policía, permite potenciar la luz de ese espacio público donde se ha producido un ruido excesivo». A este momento los sensores de ruido están instalados en «tres plazas donde suele haber mucha concurrencia de gente», aunque aún no se ha dado el caso de que se haya tenido que utilizar dicha tecnología.

Fuengirola ha dejado de hablar del futuro porque ya está en él y se ha propuesto del objetivo de ir abriendo el camino a otros municipios en cuanto a la incorporación de la tecnología a la ciudad o lo que se conoce como 'smart city'. «Empezamos en el anterior mandato, que fue cuando nos marcamos el objetivo de diseñar y planificar una estrategia que abarcara todas las áreas del Ayuntamiento y en la que se fueran implementando medidas tecnológicas para optimizar los recursos», explica Isabel González, concejal de Innovación y Smart City

Esta concejalía tiene entre sus principales propósitos la búsqueda de ayudas y subvenciones, en muchos casos a través de fondos europeos, para financiar todos estos proyectos, que no solo son una evolución de los servicios públicos sino que tienen también otro objetivo claro: «Si somos más eficientes, ahorramos», afirma.

Otro ejemplo del que presume Fuengirola es la tarjeta ciudadana. Se trata de una tarjeta para todas aquellas personas empadronadas en el municipio, que se puede tener en formato físico o directamente en el móvil y con la que se puede viajar en el autobús de manera gratuita o reservar una pista deportiva. En estos momentos, prácticamente la mitad de Fuengirola, es decir, unas 40.000 personas, están ya dadas de alta en este servicio, algo que ayudó considerablemente cuando azotó la DANA y el Ayuntamiento tuvo que realizar varios avisos a la población.

Cámaras que miden la intensidad del tráfico para conocer las zonas y los horarios más conflictivos o parques automatizados para saber en tiempo real el consumo de agua, son otros ejemplos de incorporación de la tecnología al día a día de la ciudad. «Ahora estamos trabajando de lleno con el área de turismo, queremos mejorar la experiencia del destino y el visitante», detalla la concejal, quien asegura que «lo que tenemos claro es que queremos ir por delante, pero siempre de una forma coherente».