Actuación contrarreloj en la playa de Torremuelle en Benalmádena para garantizar la seguridad este verano

Según se recoge en el expediente elaborado por la Concejalía de Turismo y Playas y que fue aprobado en el pleno municipal de esta semana, el pasado mes de febrero el Ayuntamiento recibió comunicación por parte de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente del estado de «deterioro estructural» de las escaleras de acceso a la playa y conminó a adoptar «las medidas necesarias a fin de garantizar la seguridad de los usuarios». Tras dicho informe, el técnico municipal visitó el entorno y comprobó el «mal estado» de las mismas, así como de la fachada del chiringuito.

En su dictamen explica que la losa de escalera, vigas y pilares que sustentan el acceso, todos ellos elementos estructurales, están «deteriorados, con armaduras a la vista oxidadas y pérdida de sección de hormigón, con la consecuente pérdida de capacidad portante».

Y en lo que se refiere a las escaleras en sí habla de «peldaños en mal estado» y desprendimientos en el último tramo «debido a la afección de oleaje». Respecto a la fachada, «se encuentran algunos puntos con desprendimientos y armadura a la vista oxidada».

Se da la circunstancia de que en un caso como este el adjudicatario del chiringuito tendría que hacerse cargo del coste de la obra que afecte a las instalaciones de su negocio, pero en este caso y a pesar de que el chiringuito está adjudicado a una empresa, no será así debido a una serie de circunstancias excepcionales. En concreto se debe a que a pesar de que el Ayuntamiento de Benalmádena firmó en junio de 2023 un contrato con dicha empresa para la concesión demanial para la reforma y explotación, en marzo de 2024 decidió suspender el pago del canon por parte de la empresa al Consistorio «debido a la imposibilidad de empezar las obras de reforma por la falta de autorización de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía».

Dicha suspensión se estableció para un plazo de dos años, aunque en el decreto se indicó que en caso de obtener la citada autorización con fecha anterior a la culminación del plazo de suspensión se revisaría la dispensa.

A este momento no ha habido entendimiento con la Junta, sino más bien todo lo contrario, por lo que los técnicos de Patrimonio del Ayuntamiento han entendido que «al igual que el canon, y por los mismos motivos, la concesión está suspendida por dos años, y por lo tanto el concesionario no ha podido tomar la plena posesión de la misma, con lo que, tampoco le corresponde la obligación de ejercer la policía de la obra».

No obstante, entienden que en el momento en la empresa «consiga la citada autorización, tendrá que correr irremisiblemente con el coste que esta actuación le produzca al Ayuntamiento».