Los 'osos' toman Torremolinos

Los 'osos' (en inglés original 'bear') es una subcultura gay nacida en los años 80. Como la mayor parte de las cuestiones relacionadas con el colectivo, el movimiento surgió en San Francisco al abrigo de un bar de moteros. Aunque no son excluyentes y conviven con otras subculturas gays, el modelo estético de los 'osos' es absolutamente 'masculinizado'. Por lo general se trata de hombres gruesos y velludos, aunque también pertenecen al mundo 'bear' aquellos a los que les atraen esta estética pero que no la utilizan.

El Mad Bear de este año ha atraído a 7.000 personas. Desde la organización, además, explican que más del 60 por ciento de estas personas son de fuera de España, principalmente de Italia, aunque también hay muchos británicos o alemanes. «Este por primera vez han venido casi 50 estadounidenses, que es la materia que teníamos pendiente», explican a SUR desde el festival.

El Mad Bear dura una semana (acaba hoy con la ya famosa 'pool party' del Hotel Ritual), y consiste en una serie de fiestas en discotecas y bares por todo el municipio. Uno de los eventos centrales tuvo lugar este pasado domingo en el chiringuito Edén Beach de la playa del Bajondillo, el epicentro del turismo LGTBI en toda la región. Miles de personas bailaron y disfrutaron de este encuentro a ritmo Djs conocidos, como el caso del malagueño Miguel Picasso, también una referencia para el mundo gay en general.

Durante todo el fin de semana, la Nogalera ha estado llena de este tipo de fiestas, lo que ha ocasionado un escenario similar del que disfrutan estas calles durante la celebración del Orgullo, a finales de mayo. Los bares bullían y las terrazas estaban totalmente ocupadas en un ambiente festivo. Edén Copas, Aqua o Men's Bar han sido los sitios más elegidos estas noches, mientras que la discoteca Centuryon ha vuelto un año más a ser la referencia con sus fiestas hasta prácticamente las siete de la mañana.

«Os esperamos en Torremolinos, el mejor lugar del mundo para veranear», decían en su carta de presentación desde la organización del Mad Bear. Precisamente, la cuestión geográfica y todo lo que ello implica es lo que ha conseguido que este festival siga batiendo récords cada año que pasa. Fuentes de la organización sostienen que la llegada a Torremolinos ha permitido incluso hacerle competencia a ciudades como Sitges o la propia Ibiza, que siempre habían sido las más importantes para el colectivo. Incluso el propio festival Circuit de Barcelona ya ve un rival en la localidad costasoleña, no solo por el Mad Bear, sino por el resto de eventos que se han producido este verano, como el Wonder Beach Fest del mes de julio.

Aunque la afirmación de que el turismo gay es de alto poder adquisitivo es una falacia (las personas del colectivo son de toda clase y condición sociocultural y económica), en el caso del Mad Bear sí se trata de un evento en el que los visitantes gastan más dinero de lo normal. En concreto, y según las fuentes consultadas, el gasto medio por visitante esta semana asciende a los 300 euros, mientras que la ocupación hotelera es cercana al 100 por cien.

Para la organización, los motivos de este gasto son muy claros. Los hoteles como el Ritual (que es el hotel LGTBI más grande toda España) tiene sus habitaciones a un precio medio de 200 euros. A todo ello hay que sumar los gastos en comida, en beber y en las fiestas, lo que fácilmente llega a la cantidad de gasto que se ha calculado. «La cuestión es que haciendo lo mismo en otras ciudades más al norte, el turista se ha gastado 600 euros», afirman desde el Mad Bear. Por eso, lo que se ahorran por un lado tiene repercusión en otras cosas, como en el gasto en moda o en la propias camisetas del festival, de las que venden más de 100 al día a un precio de 20 euros.

Este consumo tiene además su repercusión en el trabajo directo que se crea en la localidad. No solo en el número de contratos, sino en la calidad de los mismos. En la mayoría de los casos se trata de contratos para varios meses, y con sueldos algo superiores a los que se pagan en otros establecimientos similares fuera del circuito LGTBI.

Torremolinos ya no es solo la capital andaluza del turismo gay, sino el centro neurálgico de las barbas y las barrigas. Pero eso sí, aquí todo el mundo es bienvenido.