Detienen al supuesto cómplice de uno de los asesinatos del pasado verano en Mijas
La Guardia Civil arrestó el miércoles al joven que presuntamente conducía la moto desde la que dispararon a un hombre de 35 años
Juan Cano
Domingo, 24 de enero 2016, 00:35
La Guardia Civil no quiere dejar cabos sueltos en la investigación del asesinato de Alexander J. B., un colombiano de 35 años que fue acribillado ... a tiros el 17 de septiembre cuando acababa de aparcar un Volkswagen Golf GTI de color negro, propiedad de su esposa, en Mijas Costa. Un individuo le descerrajó siete disparos a bocajarro desde una moto conducida por otra persona.
El 11 de diciembre, el presunto autor material del crimen, un joven español, de unos 30 años, se entregó en el cuartel mijeño al saberse cercado por la investigación policial. Días después, agentes de la Guardia Civil arrestaron al titular de la motocicleta supuestamente utilizada en el asesinato, pero las pesquisas revelaron que él no era la persona que la conducía cuando mataron a Alexander J. B.
El miércoles, en una nueva fase de la operación, los investigadores dieron un paso más en la resolución del caso con la detención de otro joven como presunto cómplice del asesinato. Según las averiguaciones de la Guardia Civil, este individuo, también español, sería el conductor de la moto desde la que su amigo supuestamente disparó al colombiano. La jueza lo ha enviado a prisión por su presunta participación en los hechos.
Pasado de la víctima
Para llegar hasta los sospechosos, los investigadores comenzaron por bucear en el pasado de la víctima en busca de enemigos. Alexander J. B. era un viejo conocido de la policía, ya que fue detenido por su supuesta implicación en el triple crimen cometido en la barriada de Torreblanca, en Fuengirola, en septiembre de 2007. Las víctimas, tres jóvenes de 28 años, dos colombianos y uno ecuatoriano, fueron tiroteados cuando se encontraban en un Seat Ibiza estacionado junto a un garaje. La investigación policial situó como presunto autor material a Alexander J. B., cuyo objetivo supuestamente era John Edwin R. S., que además era su cuñado (ambos procedían de Cali), pero el caso acabó archivado en 2011 por falta de pruebas sólidas, ya que no se encontró ni el arma, ni el vehículo en el que huyó el autor una scooter de 125 centímetros cúbicos ni un testigo directo del tiroteo. Al único que hubo, que cambió su versión durante la instrucción, se le acabó abriendo un procedimiento por falso testimonio. Y el triple crimen de Fuengirola acabó convirtiéndose en otro caso sin resolver.
La muerte del colombiano el pasado verano en Mijas encendió de nuevo los interrogantes sobre aquel suceso, pero la Guardia Civil descartó muy pronto cualquier vínculo con el triple crimen. Los agentes siguieron varias líneas de trabajo y barajaron distintas hipótesis hasta llegar al presunto autor, ahora en prisión, quien al parecer tenía un problema personal con Alexander J. B. que podría estar motivado por una deuda.
Cronológicamente, el del colombiano fue el segundo de los tres crímenes que sembraron la alarma este verano en la localidad de Mijas. Y también es el segundo que esclarece la Guardia Civil, y además en el mismo orden. El primero fue el del estadounidense A. T., de 34 años, cuyo cadáver fue hallado maniatado y tiroteado en una vivienda de Riviera del Sol, también en Mijas, donde los agentes iban a hacer un registro relacionado con un alijo de 32 kilos de cocaína que se intervino días antes. La investigación de aquel suceso dio lugar a la «operación Rencilla», en la que el Instituto Armado arrestó a 14 personas por su presunta implicación en los hechos.
El único de los tres crímenes del verano que aún queda por esclarecer es el de Gary Hutch, un irlandés de 34 años con un amplio historial delictivo vinculado al clan de los Kinahan que murió acribillado a tiros el 26 de septiembre en la urbanización Ángel de Miraflores, donde residía. Un encapuchado lo persiguió disparándole por el recinto y lo remató junto a la piscina.
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