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Miembros de Salvamento Minero de Asturias. Ñito Salas

Los mineros asturianos: «Lo mismo se tarda 24 horas; si está duro para la máquina, imagínate para el brazo»

Los ocho expertos de la Brigada de Salvamento Minero de Asturias se preparan para su intervención

Martes, 22 de enero 2019

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Frente al hotel donde se alojan ondea en un balcón la bandera del Principado de Asturias. Al otro lado de la calle, en la recepción, aguardan concentrados, como un equipo de rugby a punto de salir al campo, los ocho integrantes de la Brigada de Salvamento Minero que hoy intentarán rescatar a Julen, el niño atrapado en un estrecho pozo desde el domingo 13 de enero en la sierra de Totalán.

Dicen en el operativo que los asturianos están impacientes, con un punto de nerviosismo –aunque poco se les nota– ante un rescate que, pese a que entra dentro de su rutina, se va a desarrollar en unas circunstancias y en un entorno completamente desconocidos: un pozo a más de 70 metros de profundidad desde el que tendrán que excavar una galería en mina (en dirección horizontal) para conectarlo al del menor y así llegar hasta él.

En la Brigada las decisiones se toman en grupo y de forma consensuada

El carácter de los mineros ha calado entre los integrantes del operativo. Son gente llana, espartana, que utiliza las palabras necesarias, ni una más ni una menos, pero que habla claro y de forma concisa. Todos siguen a su líder, el ingeniero de minas Sergio Tuñón, pero el concepto de equipo impera por encima de todo, porque en la brigada, aunque las directrices las dé uno, se la juegan todos. Así que cada decisión se toma de forma consensuada, con una sola voz.

No quieren hacer declaraciones y despachan, siempre de forma respetuosa, a cualquier periodista que se le acerque. Uno de los mineros, más por educación que por otra cosa, intercambia un par de frases con un redactor de SUR, que le pregunta, como tantas veces estos días, por los plazos: «Lo mismo se tarda 24 horas, no se sabe; si está duro para la máquina, imagínate para el brazo». Es la única respuesta, el resto son monosílabos, con los que zanja la breve conversación:

–¿Vais con piqueta?– insiste el periodista al escuchar su respuesta sobre la dureza del terreno.

–Yeee.

–¿Estáis animados?

–Sí.

–¿Vais a por Julen?

–Sí– sentencia.

A las 9.55, los mineros que tienen que sacar al pequeño del pozo ponen rumbo a Totalán en una furgoneta de Protección Civil. La idea era entrar en el pozo durante el día de ayer, pero los problemas con el encamisado y el encaje de los tubos metálicos les impidió entrar en escena. Tras una reunión con los mandos del operativo, siguen a la espera de que llegue su turno, momento en el que Totalán y todos los que siguen el caso en la distancia contendrán la respiración.

Ñito Salas

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