Una familia de Nerja, atrapada en un crucero en el Caribe al que impiden desembarcar por miedo al coronavirus

Así lo relató este jueves Cortés a SUR, en conversación telefónica, después de embarcar con normalidad el pasado domingo en Miami, a donde llegaron por vía aérea desde Madrid para realizar su primer crucero por el Caribe, coincidiendo con las vacaciones escolares de la Semana Blanca de su hijo. «Estamos 4.500 pasajeros y 1.600 tripulantes y lo único que ha habido es un caso de un tripulante con una gripe común, pero nos han dicho que ya se ha curado y está trabajando con normalidad», dijo Cortés, quien detalló que el buque no pudo hacer las escalas de Jamaica, Islas Caimán ni Cozumel, después de permanecer varias horas esperando la autorización.

«La gente se puso un poco más nerviosa porque no nos daban información, pero ahora ya nos han explicado todo y nos han dicho que a todos los pasajeros nos van a devolver el 100% del coste del crucero y que nos devolverán las excursiones que no hagamos», manifestó este nerjeño, que aseguró ser «los únicos malagueños y creo que españoles» en este barco de crucero por el Caribe.

Según detalló a este periódico, en el buque la gente «está haciendo vida normal, comiendo, bailando, disfrutando y descansando», detalló, aunque reconoció que «se hace un poco raro» llevar cinco días en el buque sin poder desembarcar para conocer las distintas ciudades en las que habían previsto realizar escalas. «Nos han dicho que tampoco podemos desembarcar en Cozumel, por lo que ya sólo nos queda otra parada en las Islas Bahamas, antes de llegar el domingo a Miami de regreso, donde tenemos un avión para volver a Madrid de noche», señaló.

«Esperamos no tener problemas y poder regresar el lunes, porque tenemos que trabajar y el niño tiene colegio», agregó. Cortés describió que habían visto una manifestación junto al buque pidiendo que no los dejaran desembarcar. Según detalló, una parte de los pasajeros se agolparon junto a los mostradores de información, quejándose por la situación y pidiendo explicaciones a los responsables de la naviera. «Nos han dicho que nos van a devolver íntegramente el coste del crucero para calmar los ánimos y la gente está más tranquila», manifestó.

Por su parte, la compañía MSC Cruceros afirmó en un comunicado que «no se ha registrado ningún caso de coronavirus (COVID-19) a bordo de la ‘MSC Meraviglia’ ni en ninguna otra nave de MSC Cruceros». «Al trabajador enfermo se le ha diagnosticado una gripe, está en condiciones estables, toma fármacos y ahora mismo no tiene fiebre y está prácticamente curado», dijeron. Por precaución fue aislado del resto de la tripulación y de los huéspedes desde el primer momento en que mostró síntomas. A bordo no se ha registrado ningún otro caso de gripe.

Por precaución fue aislado del resto de la tripulación y de los huéspedes desde el primer momento en que mostró síntomas. A bordo no se ha registrado ningún otro caso de gripe. El comandante de la nave y la dirección de la compañía están ya en contacto con las autoridades sanitarias de México «para garantizar que su decisión (sobre si permite el desembarco) se base en los hechos de los informes clínicos» de la tripulación del barco.

MSC ha transmitido su malestar por el hecho de que Jaimaica y las Islas Caimán hayan impedido el desembarco de sus pasajeros y de su tripulación a pesar de que, como dicta el protocolo, les habían trasmitido las cartillas sanitarias de sus ocupantes. La naviera refirió que todos los huéspedes y trabajadores a bordo del MSC Meraviglia han sido sometidos a un chequeo individual en el momento del embarque y se ha estudiado los últimos viajes que habían realizado anteriormente.

De hecho la compañía impide el embarque en sus cruceros a quienes hayan viajado a China, Hong Kong o Macao o que en los últimos catorce días hayan estado en las zonas del norte de Italia en cuarentena, diez municipios en la región de Lombardía y uno en Véneto (norte), donde han surgido focos de coronavirus de Wuhan. Además todas las naves de MSC controlan a sus pasajeros en el momento del embarque para saber si tienen síntomas como fiebre igual o superior a los 38 grados, temblores, tos o dificultades respiratorias. En ese caso, se les impide subir al barco.