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Las abundantes lluvias de este mes de marzo han cambiado por completo el panorama de la provincia, que aleja el fantasma de la sequía ... extrema. Sin embargo, la agricultura sigue en el epicentro del debate social. Por este motivo, la Fundación Manuel Alcántara ha celebrado este lunes la jornada 'La agricultura en la Axarquía: retos y oportunidades', con el patrocinio de Fundación Caja Rural Granada y la colaboración de la Cámara de Comercio de Málaga. Este encuentro ha reunido a expertos del sector para debatir sobre los principales desafíos que enfrenta la agricultura en la comarca oriental malagueña, en un contexto marcado por la sequía persistente y la necesidad urgente de optimizar los recursos hídricos.
En la mesa redonda, que se ha llevado a cabo en la Cámara de Comercio de Málaga, han participado Fernando Fernández, delegado territorial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural en Málaga; Baldomero Bellido, presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores de Málaga (ASAJA-Málaga); Sigfrido Molina, CEO de Sigfrido Fruits; Adrián Mesa, director del centro de innovación de Trops; José-Damián Ruiz-Sinoga, catedrático e investigador de Geografía Física de la Universidad de Málaga; y Agustín Peláez, responsable de la Delegación de SUR en la Axarquía hasta 2020, que ha sido el encargado de moderar el coloquio.
En el acto también han estado presentes la directora de Zona Sur de Caja Rural Granada, Marina González, y el director de la oficina de la entidad en Vélez-Málaga, Juan Antonio Garrido, que han mostrado en un comunicado la «satisfacción de colaborar, un año más», con la Fundación Manuel Alcántara y la Cámara de Comercio de Málaga «para abordar un tema tan trascendental, como son los retos para afrontar la sequía de la mano de grandes expertos».
Esta jornada ha abordado cuestiones clave como la degradación de las tierras cultivadas, la sostenibilidad de los cultivos subtropicales, la eficiencia de las desaladoras y el uso de aguas regeneradas como alternativas viables para el riego agrícola. También se ha analizado el impacto del cambio climático sobre los recursos hídricos, el avance de la desertificación y los desafíos que enfrenta la actividad agrícola en la comarca oriental.
La Axarquía enfrenta una crisis hídrica severa que ha llevado a la pérdida del 70% de la producción en algunas explotaciones agrícolas en los últimos años. Las sequías recurrentes han provocado un descenso en las precipitaciones y la sobreexplotación de los acuíferos, agravando la erosión del suelo y poniendo en riesgo la sostenibilidad de los cultivos subtropicales como el aguacate y el mango. Además, el aumento de temperaturas ha favorecido la aparición de nuevas plagas, lo que genera un desafío adicional para los agricultores.
Según los expertos que han participado en la cita, para garantizar la viabilidad del sector, «es fundamental apostar por una planificación eficiente de los recursos hídricos». En este sentido, se ha señalado la necesidad de mejorar las infraestructuras de canalización y distribución de agua, así como de fomentar el uso de aguas regeneradas y la desalación como soluciones complementarias.
Experiencias pasadas han demostrado la importancia de asegurar que el agua regenerada cumpla con estándares de calidad adecuados para evitar daños en los cultivos. En este ámbito, se han destacado avances en técnicas como la ósmosis inversa, que han mejorado la calidad del agua tratada en otras regiones como Murcia y Valencia.
El desarrollo de infraestructuras hídricas debe ser «una prioridad» para garantizar la sostenibilidad agrícola. Para ello, es esencial la coordinación entre administraciones locales, autonómicas y estatales, evitando que las inversiones queden paralizadas cuando llegan periodos de lluvias. Según los participantes, «la falta de un plan de acción a largo plazo ha generado una gestión ineficiente del agua, con situaciones donde los embalses permanecen vacíos mientras se desperdician recursos hídricos».
En el encuentro se ha insistido en la necesidad de impulsar un gran 'Pacto Nacional por el Agua', que permita «una planificación integral y sostenible». «Esto implicaría definir responsabilidades, establecer inversiones prioritarias y agilizar la ejecución de proyectos hídricos pendientes. La colaboración entre el sector público y privado también juega un papel clave para garantizar la eficiencia y sostenibilidad de las soluciones adoptadas», han considerado desde la Fundación Manuel Alcántara.
El sector agrícola de la Axarquía se enfrenta a una competencia global creciente, especialmente en el mercado del aguacate. Para mantener su posición, en la cita se ha subrayado la importancia de «apostar por la calidad del producto, la tecnificación de las explotaciones y la diferenciación a través de la marca y la proximidad al consumidor». «La innovación en el uso del agua y en la gestión de cultivos será clave para asegurar la competitividad del sector en un escenario cada vez más desafiante», han finalizado.
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