Torrox y Algarrobo declaran la guerra a los bañistas que reservan espacio en la playa

En ambos casos la normativa fue aprobada en 2014. Sin embargo, en Algarrobo su aplicación no comenzó a llevarse a efecto hasta el pasado verano, aunque el número de sanciones impuestas fue reducido, de apenas una treintena en todo el verano. Este año, el Consistorio algarrobeño ha decidido volver a la carga, después de que se hayan vuelto a repetir las quejas de bañistas que acuden a mediodía «y ya no pueden dejar su sombrilla a menos de 40 ó 50 metros de la orilla», según comentó ayer a SUR el alcalde, Alberto Pérez (PSOE).

«Esta semana los agentes van a empezar a vigilar con más intensidad, colocando unos avisos en las sombrillas que estén sin ocupar. Si al cabo de un tiempo prudencial, como puede ser una hora, esos avisos siguen ahí, se entiende que se ha infringido la ordenanza y se retiran. Para poder recuperar ese material hay que pagar 30 euros», detalló el regidor, quien apuntó que la ordenanza que fue aprobada en la anterior legislatura, a propuesta de su grupo municipal cuando estaban en la oposición, «no tiene un afán recaudatorio, sino para mejorar la convivencia de los bañistas». «Ha habido ocasiones en las que se han producido conflictos entre usuarios de la playa y eso es lo que pretendemos evitar», agregó Pérez.

Algarrobo dispone de una franja de playa de apenas 1,5 kilómetros de longitud. «Somos conscientes de que puede haber algunas quejas, pero son también muchos los que nos felicitan por haber empezado a aplicar la ordenanza, que se aprobó precisamente haciéndonos eco de una demanda de los vecinos y turistas», apostilló.

Carteles informativos

Según recoge el artículo 14 de la norma, «queda prohibida la permanencia de sombrillas, parasoles, sillas y demás enseres, sin la presencia de su propietario, con la finalidad de reservar espacio físico en la playa». Al igual que también hace Torrox, «estos enseres serán retirados y almacenados por las autoridades locales, durante 14 días. Si transcurrido dicho plazo no fuese retirado por sus dueños, previo pago de 30 euros, se considerará como residuo y se procederá a su eliminación», recoge la ordenanza y los carteles informativos que pueden verse en el litoral de Algarrobo.

Por su parte, en Torrox se han impuesto ya este verano una veintena de sanciones, que conllevan el pago de 30 euros para poder recuperar los bártulos playeros, y por otro lado una multa de hasta 300 euros. Sin embargo, fuentes municipales apuntaron que estas últimas no se han impuesto, «sólo en casos en los que los bañistas no han tenido un comportamiento adecuado al ir a retirar sus pertenencias». El alcalde, Óscar Medina (PP), pidió comprensión a los usuarios para evitar este tipo de conductas. «Lo que se pretende es evitar aquellas prácticas abusivas que consisten en colocar, a primera hora o a mediodía la sombrilla, sillas o toallas en primera línea de playa, y no volver en varias horas», apostilló el regidor.