Comienzan en Torrox las reuniones para poner en marcha el Plan Provincial de Prevención de Adicciones en Adolescentes

La reunión ha sido presidida por el Alcalde de Torrox, Óscar Medina (PP), acompañado de la concejala de Servicios Sociales, Sandra Extremera, y ha contado con la presencia de los profesionales de los servicios sociales comunitarios de la Diputación, los responsables de los centros educativos, colegios e institutos, responsables del centro de salud, representantes del tejido asociativo, cuerpos y fuerzas de seguridad y dispensadores de alcohol.

Lourdes Burgos, diputada de Servicios Sociales y Centros Asistenciales, ha manifestado que los objetivos que se han perseguido con esta reunión han sido, por un lado, informar de la situación actual respecto al consumo de alcohol, tabaco y cannabis de los adolescentes de los municipios malagueños, sensibilizando a los diferentes agentes comunitarios sobre la necesidad de actuar, y por otro lado, coordinar actuaciones dirigidas a la prevención del abuso y la dependencia del alcohol y drogas en adolescentes.

El Centro Provincial de Drogodependencias de la Diputación, han presentado como inicio de la reunión, el Análisis epidemiológico del consumo de alcohol y otras drogas en la población escolar de la Zona Este de la provincia de Málaga, realizado por el Centro Provincial de Drogodependencias de la Diputación en colaboración con la Facultad de Medicina de la Universidad de Málaga.

Este estudio ha arrojado algunos datos preocupantes, como que el 40,6% de los escolares de primero y segundo de ESO reconoció haber probado el alcohol alguna vez en la vida. Además, el 35,7% de los que han tomado alcohol alguna vez, también se ha emborrachado. Por su parte, el 20,1% de este grupo de alumnos de entre 12 y 14 años también afirmó haber consumido tabaco en alguna ocasión, mientras que el 8,2% confesó haber hecho lo propio con el cannabis, porcentaje que se eleva considerablemente en el grupo comprendido entre los 15 y 18 años (desde 3º de ESO hasta Bachillerato), alcanzando un 24,9%.

Otras conclusiones relevantes que se extraen del estudio son que el 80% de los alumnos de entre 15 y 18 años admite haber tomado bebidas alcohólicas, siendo la gran mayoría, el 712%, la que reconoció, además, haberse emborrachado alguna vez en la vida. También resulta llamativo el 33,2% que admitió haberse emborrachado en el último mes, así como el 34,2% de alumnos de este grupo que afirmó haber consumido tabaco en algún momento.

Los motivos que suelen llevar a estos jóvenes al consumo de estas sustancias es la necesidad de demostrar que son adultos o la mera diversión, mientras que aquellos que no consumen, aducen problemas de salud, temor a accidentes o perder el control.

Burgos insiste en que prevenir las adicciones en adolescentes resulta una prioridad dentro de los planes de acción de la Delegación de Servicios Sociales y Centros Asistenciales de la Diputación. Y para ello, se ha tratado en la jornada de hoy, la constitución de los grupos de trabajo para la implementación del Plan Provincial de Prevención de Adicciones en Adolescentes en los ámbitos comunitario y educativo, así como el diseño y planificación de las actividades a desarrollar por dichos grupos de trabajo.

Las pautas que regirán el desarrollo de este plan serán tres: prevención ambiental, selectiva e indicada. La prevención ambiental se llevará a cabo a través de actuaciones orientadas a responsabilizar a la población sobre la necesidad de cumplimiento de la normativa vigente en materia de alcohol y drogas para menores. Por su parte, la prevención selectiva estará orientada a la detección de grupos de riesgo por consumo problemático de alcohol/tabaco/cannabis en la población adolescente, con intervenciones grupales breves.

Finalmente, a partir del riesgo detectado a nivel individual, se desarrollará una prevención indicada, que consistirá en intervenciones breves, terapias breves o derivación a tratamientos si fuese preciso.

Es necesario, ha manifestado Burgos, que para completar estos tres niveles de prevención, es importante formar y sensibilizar a padres y madres en las competencias educativas necesarias para la reducción de riesgos asociados al funcionamiento familiar (normas, permisividad, comunicación, afecto, etc.). Además, es de vital importancia contar con la implicación y participación coordinada de las diferentes instituciones y agentes sociales de los municipios, especialmente de aquellos relacionados con los Servicios Sociales, Cultura y Educación, Salud, Juventud y Seguridad Ciudadana.