La sequía pasa factura en Andalucía: menos producción agrícola y alimentos más caros

Esta semana, el Gobierno andaluz anunció que como consecuencia de la falta de agua el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad se vería lastrado en más de dos puntos, la mitad del incremento previsto.

La Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos ha elaborado un pormenorizado informe que parte de analizar la exposición directa de esta comunidad autónoma a la escasez de agua en comparación con España. Andalucía no sólo es la comunidad más afectada por la falta de lluvias, sino que se ve doblemente impactada debido al mayor peso que en su economía tienen la agricultura y la industria asociada al sector primario.

«Andalucía ha dejado de estar en el vagón de cola y ha comenzado a crecer y liderar el crecimiento de muchos parámetros desde el año 2019, entre ellos el de la reducción de las cifras de paro. Sin embargo, si hay algo que pueda frenar a nuestra economía no es otra cosa que la sequía». advierte la consejera, Carolina España,

Así, el informe señala que casi el 10 por ciento del valor añadido bruto (VAB) y del empleo en la comunidad andaluza (8,9% y 9,6%, respectivamente) son del sector primario y de la industria de la alimentación. Estos porcentajes son significativamente más altos de lo que los mismos indicadores representan en el conjunto de la economía española (5,6% del VAB y 6,4% del empleo).

Este peso del sector primario y sus derivados en la economía es aún mayor si lo que se analizan son las exportaciones internacionales, que representan un 32,4 por ciento en Andalucía frente a un 16,5% en España.

Las actividades económicas que dependen del agua casi directamente, como son la agricultura y la industria agroalimentaria sumadas al resto de actividad industrial y los servicios (principalmente el turismo) que también dependen del agua, suponen el 26,1% del VAB de Andalucía y el 24,8% del empleo de la comunidad. Por ello, advierte España, «situaciones como la que vivimos actualmente de sequía endémica están poniendo en riesgo a toda la región, por mucho que desde la Junta nos esforcemos por combatirla con tres decretos de sequía dotados con más de 300 millones de euros».

Una caída en la producción agraria, tanto primaria como industrial, tiene una mayor repercusión en la economía andaluza que en el conjunto de España. Pero además, la sequía está teniendo una mayor virulencia en esta comunidad, por lo que las consecuencias económicas se disparan.

En el primer trimestre de este año la producción agraria se desplomó un 12,9 por ciento y la industria de la alimentación cayó entre enero y mayo un 12,3 por ciento, ambas como consecuencia directa de la sequía. Estos descensos en la producción han tenido un efecto dominó en el empleo -tanto del sector agrario (-9,4%) como en la industria de la alimentación (-4,5%)- y en el tejido empresarial. En junio había inscritas en la Seguridad Social un 2,9% menos de empresas de sector primario que hace un año

Si las consecuencias de la sequía en las empresas y en el empleo son más que preocupantes, los efectos en los bolsillos de los ciudadanos no son menores.

El informe elaborado por la Consejería de Economía de la Junta refleja la subida de precios que se está produciendo en los alimentos, ya sea elaborados o no, como consecuencia de la caída en la producción y por lo tanto de la oferta que llega al mercado.

Se trata de incrementos de dos dígitos en términos interanuales, lo que ofrece una idea de la gravedad de la situación.

Concretamente, hasta el pasado junio los alimentos elaborados habían subido en Andalucía un 16,5 por ciento (igual que en España) y un 11,5 por ciento los no elaborados (1,3 puntos más que en el conjunto del país).

Según este análisis, que los precios estén creciendo en Andalucía más que en España no supone que los precios estén más altos que en el resto del país, ya que el punto de partida es el de unos precios más bajos que en el conjunto nacional.