Rocío Ruiz: «Mi perfil es incómodo pero da a este gobierno un matiz importante»
La consejera de Igualdad reivindica las políticas de moderación y centristas y aspira a que la Ley de la Infancia se apruebe con el máximo apoyo pese al rechazo de Vox
Dos días después del hundimiento electoral de Ciudadanos en Madrid, la consejera de Igualdad recibe a este periódico en el Parlamento, donde acaba de comparecer ... en una comisión de control.
-¿Cómo están los ánimos en Ciudadanos?
-Yo estoy muy fuerte, con muchas ganas de continuar trabajando por este proyecto. Y por lo que visto en las redes y en mis contactos con compañeros, con fuerza. Creemos en un proyecto que es difícil en el actual ambiente polarizado en Andalucía, en España y en Europa. El momento no era el más propicio, pero vamos a seguir luchando.
-¿En estos días en los que se especuló con un posible adelanto electoral temió que la Ley de Infancia quedara en el camino?
-Lo que me preocupaba, como ha dicho el presidente, es que unas elecciones son seis meses de parón para todo. Está la Ley de la Infancia y la Adolescencia, que es fundamental para nuestra infancia y que era muy esperada después de 23 años, pero también el plan de reactivación que hemos aprobado hace poco de 732 millones, todos los decretos que están en marcha, las 500 plazas de residencias que anunciamos el lunes. Imagine la cantidad de personas que se podrían quedar en situación de desprotección y vulnerabilidad: las personas dependientes esperando su plaza, la de los centros de día, los menores en los centros residenciales sin la protección de esta ley que les va a dar una familia de acogida o las pymes y autónomos que están esperando esas ayudas directas. Eso sería un adelanto electoral. Díaz Ayuso lo hizo en Madrid de forma irresponsable y aquí no se va a hacer, entre otros motivos porque somos una rara especie aquí en Andalucía donde hemos conseguido un gobierno sólido, estable, muy compenetrado y donde tenemos una gran responsabilidad.
-Se acaba de poner en marcha la tramitación de la nueva Ley de Tributos Cedidos, que supondrá una importante rebaja fiscal. ¿Teme que la reducción de ingresos se traduzca en recorte de las políticas sociales?
-Es un análisis simplista suponer que la recaudación va a bajar. Yo prefiero como economista a Garicano en vez de a Maduro. Me fío más de las políticas liberales que dicen que en momentos de crisis subir impuestos no es lo más adecuado y que lo que hay que hacer es dinamizar la economía, atraer inversiones y crear puestos de trabajo. Con más trabajo se pagan más impuestos y crece la recaudación. Yo no soy economista, pero me fío más de los conceptos liberales que de las políticas populistas que buscan soluciones simples a los problemas complejos y acaban empobreciendo a los países.
- Esa ley se refiere a violencia doméstica y no de género. ¿Usted estaba al tanto de que se iba a usar esa terminología?
-La violencia doméstica no es igual que la violencia de género. Son dos términos diferentes. Se remitieron al artículo 172 del Código Penal que habla de violencia doméstica en el primer momento, pero ese concepto ya está superado con una sentencia del Tribunal Supremo de 2018 y con una ley actualizada en 2004 y 2007. Va a haber una ampliación en ese concepto que va a solicitar el grupo parlamentario de Ciudadanos.
-¿Si la crisis social va sobrevivirá a la sanitaria se mantendrá la inversión en este sector?
-Claro, el problema sanitario va a pasar con la vacunación. Pero es cierto que la crisis social va a tardar bastante en superarse. A estas personas vamos a seguir ayudándolas. Y después están las personas dependientes, con ese gravísimo problema que tenemos con la financiación de la dependencia en el que el Gobierno de la nación sigue tomando medidas coyunturales ante un problema estructural. Es una ley que nació infrafinanciada, que se ha ido infrafinanciando constantemente y además con una normativa farragosa con la que se tardaba años en resolver un expediente. Nosotros hemos solicitado el pacto por la dependencia, que fue refrendado por el Parlamento andaluz. La dependencia es un derecho más de todos los ciudadanos, que tiene que estar blindado como las pensiones.
-¿Cómo estaba este asunto cuando usted entró en la Consejería?
- Cuando llegamos el presupuesto era de 1.200 millones con una lista de espera oficial de 75.000 personas que en realidad era mayor porque había otras 30.000 que no estaban valoradas y 24.000 sin siquiera registrar. Ahora el presupuesto es de 1.639 millones, somos la comunidad que más ha reducido la lista de espera en el plan de atención, un 26 por ciento, hemos doblado los recursos en centros de día y atención a domicilio. Nuestra nota media de valoración es de 7,1; somos la comunidad con mejor gestión de dependencia por detrás de Castilla y León. Vamos por el buen camino, pero no será suficiente sin pacto. Soportamos el 82 por ciento de la financiación, cuando la ley decía que la financiación tenía que ser al 50 por ciento con el Estado. Voy a seguir insistiendo. Es un reto personal.
-El presidente ha citado esta semana a la Ley de Infancia, junto a la de Tributos Cedidos y la LISTA (ley urbanística) como uno de los asuntos pendientes. La diferencia es que esa ley no tiene el apoyo de Vox. ¿Su empeño en aprobarla rompe la estrategia de alianzas del Gobierno?
-Éste es el ADN de Ciudadanos, el de conseguir pactos, el de sentarse a hablar con todos, alcanzar consensos y romper frentes y bloques. Y además, con un tema tan sensible como es la infancia y la adolescencia. En las conversaciones que tuvimos con los miembros de todos los partidos hablamos de los 600.000 niños en riesgo de exclusión o los 3.000 que están en centros esperando una familia. Me he empeñado en impulsar el acogimiento familiar, me he sentado con asociaciones de familias de acogida, con asociaciones de infancia, he recogido indicadores evaluables que tuvieran un impacto en el presupuesto, que era una reivindicación histórica; hemos incorporado la declaración de riesgo para que un niño no tenga que permanecer años en una situación de desamparo, de negligencia o de violencia en su domicilio. No se entiende que una ley que tiene que prevalecer muchos años para proteger a la población más vulnerable se haga con imposición.
-El argumento de Vox es que es una ley ideologizada
-Porque para Vox la educación afectivo sexual es ideología. Es algo que no entiendo. Es desconocer las leyes de educación y la ley en general. Nosotros tenemos en el currículo la educación en valores, que es una educación integral y no sólo de contenidos. En todas las leyes nacionales e internacionales y en el Estatuto de Autonomía se reconoce la educación en valores, en diversidad y en igualdad. Eso no es una ideología, es un derecho de los ciudadanos y una obligación de los poderes públicos.
-¿Cree que su perfil progresista incomoda al Gobierno?
-No, al contrario. Yo, con todos los respetos, me he plantado delante de Vox diciéndole que no admitía el negacionismo frente a la violencia de género, que no admitía que dijeran que estamos malgastando el dinero público en la atención a las mujeres, porque no es verdad. Y en los derechos sociales hemos avanzado mucho en conquistas y en blindajes. En ese sentido, mi Consejería es muy complicada, porque es esto o no es. Y yo ahí no he cedido nunca, como en las políticas sobre el colectivo LGTBI. Yo entiendo que es un perfil que puede resultar incómodo pero que da también ese matiz importante a este gobierno de moderación y centralidad. No es fácil encontrar un proyecto como éste, de libertad, de igualdad, de moderación, de políticas económicas liberales que crean riqueza y empleo y protegen a las familias y de políticas sociales progresistas como las que hemos podido poner en pie en este gobierno. Yo tengo que agradecer a todo el Gobierno de Andalucía porque el esfuerzo de 1.590 millones en políticas sociales que se hizo en los peores momentos de la pandemia para ayudar a las personas más vulnerables se hizo con transferencias de todas las consejerías porque las transferencias del Gobierno central no llegaban.
-Siempre se la ha identificado a nivel interno con Inés Arrimadas. ¿Cree necesaria una alternativa a Juan Marín en Andalucía?
-Yo reconozco que siempre he tenido el apoyo de Inés y estoy de acuerdo con el rumbo que ha marcado para Ciudadanos junto con Edmundo Bal para recuperar la centralidad. Esa política es la más afín a mis valores. Ahora estamos en el momento de relanzarnos, tenemos el rumbo marcado por Inés, devolverle la ilusión a los militantes. Nuestra prioridad es relanzar el proyecto y unirnos todavía más. El nuestro es un proyecto necesario. Ciudadanos es un partido único e imprescindible, aunque muchas veces nos han querido invisibilizar, porque somos los únicos que no nos podemos escorar ni hacia la extrema derecha ni hacia la extrema izquierda. Esa es mi prioridad y estaré siempre para lo que Inés Arrimadas y los militantes de Ciudadanos, que serán siempre los que tengan la última palabra, necesiten de mí.
-Quienes han invisibilizado a Ciudadanos han sido las urnas
-Al estar en gobiernos de coalición no hemos sido tan visibles, aunque hemos aportado mucho. Con Ciudadanos no ha habido corrupción en ningún gobierno. Yo creo que Andalucía es mejor desde que Ciudadanos gobierna.
-¿Para el PP es más cómodo ir a las elecciones en Andalucía con el horizonte de un pacto con Ciudadanos que hacerlo solamente con Vox como potencial aliado?
-Sin lugar a dudas. El presidente y los consejeros del PP están muy cómodos con este gobierno. Y yo estimo muchísimo a mis compañeros consejeros del PP. Lo que hemos conseguido en Andalucía a pesar de la pandemia es importantísimo. Esta estabilidad es muy importante para los andaluces.
-¿Teme que el PP absorba electoralmente a Ciudadanos?
-Espero que en el tiempo que queda de legislatura podamos relanzarnos. Que se vea claramente cuál es nuestra marca y que somos imprescindibles para continuar con un gobierno que ha funcionado muy bien. Llevamos poco tiempo y no vamos a ser un partido mayoritario, pero tenemos que consolidarnos, tener muy claro qué es lo que queremos y ser la llave para gobiernos moderados. Ése es el reto.
-¿Usted se ve en otro partido?
-No, en absoluto. Yo soy muy exigente y sé cuáles son mis valores. No estoy aquí por un sillón o un puesto.
-¿Se lo han ofrecido?
-Algo ha habido por ahí.
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