El PSOE se desmarca del fallo porque «no afecta al Gobierno ni al partido»

Casi cinco horas transcurrieron desde que se conoció el contenido del fallo de la Audiencia Provincial de Sevilla hasta que José Luis Ábalos apareció por la sala de prensa de la sede de la calle Ferraz. Una demora que algunos atribuyeron a que la dirección federal esperaba que el PSOE de Andalucía cargara con el peso político de la condena. Su secretario de Organización, Juan Cornejo, protagonizó una rápida explicación en la que defendió «la honorabilidad y la honradez de los expresidentes de la Junta», y subrayó que la sentencia confirma que Manuel Chaves y José Antonio Griñán «ni se han enriquecido ni se han llevado un solo euro a su bolsillo». Solo aceptó una pregunta.

Ábalos concentró su mensaje en desligar del PSOE y del Gobierno a los condenados y a la trama corrupta, a pesar de que Chaves y Griñán fueron presidentes del partido y ministros de Gobierno socialistas, junto a Magdalena Álvarez. El secretario de Organización recordó que tanto los expresidentes de la Junta de Andalucía como Gaspar Zarrías dejaron el partido y sus escaños en el Congreso y Senado en 2015, cuando se abrió el juicio. En ese momento, precisó, se depuraron «las responsabilidades políticas».

Señaló que la sentencia fue «muy dura», 68 años y tres meses de cárcel para diez de los 19 condenados, aunque mostró su «absoluto respeto» por la misma. Resaltó, de paso, que el PSOE, como tal, «nunca» fue investigado en el 'caso de los ERE', dato que le sirvió para reafirmar que «no es un caso del PSOE sino de antiguos responsables de la Junta».

El ministro consideró improbable que las condenas vayan a afectar a las negociaciones con otras fuerzas para la investidura de Sánchez porque el líder del partido apenas tuvo relación con los condenados y los hechos juzgados sucedieron entre 2011 y 2009, cuando era concejal en el Ayuntamiento de Madrid.

Ábalos evitó concretar si tendrá repercusiones en el PSOE andaluz, pero fuentes del partido apuntan que las condenas dejan en una posición aún más débil a Susana Díaz, que si debe algo a alguien por haber sido presidenta de la Junta de Andalucía ese es Griñán, su gran protector, junto al líder del socialismo sevillano, José Antonio Viera, también condenado a siete años de prisión. Sus posibilidades de volver a ser la candidata a la Junta ya estaban mermadas, pero ahora lo están más, apuntan por los pasillos de Ferraz.

El segundo eje de las explicaciones del secretario de Organización fue colocar el ventilador en dirección al PP. Lo único bueno de la sentencia, apuntó, es que pone «punto final a este serial de nueve años de explotación de los populares como elemento compensatorio de sus tramas de corrupción». Indicó asimismo que el PSOE «nunca» ocultó el caso «ni arremetió contra los jueces ni intentó comprar el silencio de algún inculpado como sí hizo el PP, y desde luego no destruyó ninguna de las pruebas».

Reclamó asimismo prudencia a Ciudadanos, que fue aliado del PSOE en Andalucía durante tres años cuando el 'caso de los ERE' ya estaba en los tribunales y no pusieron reparos a esa alianza.