Pedro Sánchez asegura que tiene «ganas, fuerzas y argumentos» para gobernar durante los próximos cuatro años

Sánchez participó en un mitin celebrado en la localidad sevillana de La Rinconada ante unos 3.000 enfervorizados asistentes que lo recibieron al grito de 'presidente' y en el que no hizo alusión alguna a las contrapartidas que los partidos nacionalistas catalanes y vascos vienen exigiendo para votar su investidura. En cambio, el secretario general socialista aseguró que frente a Núñez-Feijóo, que afirmó que no alcanzó la presidencia porque no quiso acceder a lo que se le reclamaba, él sí tiene «más ganas, más fuerzas y más argumentos que nunca», para conseguir su continuidad al frente del Gobierno.

Sánchez señaló que el tiempo que a su juicio se ha perdido con el proceso de la fallida investidura del candidato del Partido Popular no se puede recuperar, pero sí se comprometió a poner «todo el esfuerzo para que haya una investidura real y un gobierno progresista».

El líder del PSOE insistió en dos argumentos en los que los oradores que lo precedieron -el secretario provincial del PSOE sevillano, Javier Fernández; la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el secretario general del PSOE de Andalucía, Juan Espadas- incidieron en sus intervenciones: que habrá continuidad de un gobierno progresista y que será en una legislatura de cuatro años. «No es inicio, es continuación de estos cinco años», afirmó.

El candidato socialista sólo hizo alusión a la cuestión catalana para rechazar las críticas de las que es objeto y sacudirse sambenitos. «Dicen que España se hunde, pero somos la principal potencia europea que está creciendo, con 21 millones de personas trabajando» afirmó antes de arremeter también contra otra de las acusaciones que se le lanzan desde las filas de la derecha. «Dicen que España se rompe, eso era con Rajoy» afirmó en referencia al referéndum separatista de 2017. «Hoy hay más convivencia y más concordia gracias al diálogo», señaló.

También reivindicó el constitucionalismo del PSOE y la gestión de su gobierno con objetivos conseguidos que, en su opinión, justifican su aspiración de continuidad. «Ha merecido la pena pese a las adversidades y claro que merecen la pena cuatro años más porque ahí están los resultados, dos millones de nuevos trabajos, cuatro millones de nuevos empleos indefinidos, diez millones de mujeres afiliadas a la Seguridad Social y 200.000 personas menos en riesgo de exclusión social».

Con la mirada puesta en la próxima legislatura, Sánchez tiró del programa electoral del PSOE para adelantar cuáles serán las medidas que pretende impulsar: una reforma del Estatuto de los Trabajadores para que el Salario Mínimo Interprofesional se actualice todos los años y alcance el 60 por ciento del salario medio, la reconstrucción de la hucha de las pensiones «que ellos esquilmaron cuando gobernaron» y la aprobación de una Ley de Paridad que asegure el 50 por ciento del poder político y económico que corresponde a las mujeres.

En ese sentido, y sin referirse a las críticas que recibe sobre la desigualdad entre españoles que supondrían los pactos con nacionalistas, señaló que la igualdad se defiende con las medidas impulsadas desde su gobierno en la pasada legislatura y que recibieron el voto en contra del Partido Popular. Adelantó también que convertirá a la vivienda en «la gran causa nacional» durante los próximos cuatro años.

Sánchez se mostró convencido de que los resultados del 23J causaron un alivio en el conjunto de Europa al bloquear la posibilidad de un gobierno de coalición entre el Partido Popular y Vox. El presidente en funciones recordó que entra los cinco grandes países de la Unión Europea -España, Francia, Alemania, Italia y Polonia- en dos (los dos últimos) gobiernan «los amigos de Vox». Por ello, aseguró, en otras partes de Europa miran «con envidia sana el resultado electoral» que se produjo en España. «Han visto un rayo de esperanza», señaló. En su opinión, un nuevo gobierno con él al frente convertirían a este país en «un faro de derechos sociales, libertad y diversidad».