Juanma Moreno reta al Gobierno a transferir las competencias para la desalación si no ejecuta las obras pendientes

Andalucía cuenta ya con 103 hectómetros cúbicos de aguas desaladas y el objetivo es alcanzar también los 160 hectómetros , para lo que es necesaria la ejecución de los proyectos ya planificados.

La desalación y la utilización del agua regenerada, según Moreno, constituyen la opción «más posible, viable y realista» para garantizarse el suministro, que, destacó, no puede ya depender del comportamiento de la meteorología.

El presidente hizo estas valoraciones durante la inauguración en Sevilla del congreso de la Asociación Internacional de Desalación (IDRA), donde anunció que para el próximo otoño estará terminada la estrategia andaluza de recursos hídricos no convencionales, que ultima la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural.

Esta estrategia, explicó Moreno, se nutre de muchas decisiones y experiencias acumuladas durante sus seis años de gobierno, una trayectoria «compleja muy dura y muy tensa como consecuencia de la terrible sequía que hemos padecido».

Durante ese tiempo, según el presidente de la Junta, se ha cuadriplicado el volumen de agua regenerada. A pesar las iniciales reticencias que han sido superadas, en ese periodo se pasó de los 17 hectómetros cúbicos al año, que se regeneraban en 2019, a 70 hectómetros cúbicos.

Con este incremento, las aguas regeneradas ya representan el 17% sobre el total de recursos hídricos de Andalucía y el objetivo es que en dos años se puedan alcanzar los180 hectómetros cúbicos. La Junta, explicó el presidente, aspira a convertir a Andalucía en la comunidad con más volumen de agua regenerada de España.

Moreno subrayó que los recursos hídricos no convencionales son los que permitirán garantizar el abastecimiento para el consumo humano y para la agricultura y ganadería. Recordó que Andalucía produce alimentos para 500 millones de personas, por lo que «cuando en la Unión Europea se habla de soberanía alimentaria, se tiene que hablar de agua y se tiene que hablar de Andalucía», dijo el presidente de la Junta, que preguntó quién invertiría en una región que no tiene garantizados el suministro eléctrico y el abastecimiento de agua.

Por ese motivo, recordó que hay obras hídricas que no son competencia de la Junta pero que deben ser acometidas por ser cruciales para la seguridad, garantía y futuro en el ámbito hídrico.

Enfatizó también que hay recursos europeos que tienen que movilizarse para ayudar a regiones más acuciadas con la sequía. «Por eso he reclamado en nombre de Andalucía y del resto de regiones y ciudades europeas que el agua sea un pilar estratégico de la política europea», subrayó.

Por su parte, el consejero de Agua, Ramón Fernández-Pacheco, destacó la apuesta inequívoca del Gobierno andaluz con los recursos no convencionales y resaltó el modelo de regeneración de agua en la Axarquía malagueña como ejemplo de éxito en reutilización hídrica.

«Por un lado, hemos garantizado más agua para los cultivos con el incremento de la economía y la producción que ello conlleva y, por otro lado, hemos rebajado la presión sobre las aguas superficiales y subterráneas», ha sostenido el consejero, que ve en el modelo malagueño, un ejemplo a seguir en otras zonas de Andalucía.

Según el consejero, «el agua no debe ser un límite para el desarrollo sostenible, pero es cierto que, en Andalucía, condiciona nuestro modo de vivir, producir e incluso de invertir. Por ello, desde el Gobierno andaluz se aprovechan todas las fortalezas del patrimonio natural, cultural, económico y humano para preparar a Andalucía en caso de futuras sequías e inundaciones”.