Juanma Moreno prevé convocar las elecciones autonómicas entre junio y octubre de 2022

Moreno afirmó que su voluntad es agotar la legislatura, aunque matizó que técnicamente ésta acaba en verano ya que agosto no es mes hábil en el Parlamento. Si las elecciones se celebraran en noviembre, como se prevé en el calendario inicial, la Cámara debería ser disuelta en septiembre, por lo que a partir de ese mes la actividad parlamentaria quedaría reducida al mínimo.

El presidente fue preguntado sobre si mayo sería un buen mes para la celebración de los comicios y respondió que octubre también puede serlo. También mencionó junio, la antesala del verano, en el que la gente «ve las cosas de otra manera» con los días más largos y mejor tiempo. Todo está abierto, aseguró, aunque fijó junio y octubre como los meses más probables para la celebración de los comicios.

No obstante, matizó que todo va a depender de las circunstancias, especialmente del desarrollo de la pandemia. «No sabemos lo que va a pasar -explicó-, si viene una pandemia muy dura, igual hay que adelantar para prepararte y tener más fortaleza para hacerle frente o retrasar para aguantar y que se vaya gestionando».

Moreno aseguró que no tiene ningún interés en adelantar la disolución de la Cámara y la convocatoria a las urnas porque, «cuando uno es presidente quiere ser presidente durante más tiempo para hacer mayor cantidad de cosas».

Cualquiera sea la fecha de las elecciones, el Gobierno andaluz no prevé modificar su agenda parlamentaria ni acelerar la tramitación de las leyes pendientes.

El presidente manifestó que para afrontar las próximas elecciones cuenta con un partido «unido e ilusionado» y que ha salido del último congreso regional, celebrado en Granada, con mucha fuerza. Insistió en ese sentido que tiene como objetivo para las próximas elecciones construir una nueva mayoría en Andalucía, «desde la zona templada de la sociedad» y conseguir unos resultados que le permitan gobernar en solitario con «pactos puntuales» con otras fuerzas políticas.

Sin embargo, advirtió de que no cometerá el error de subestimar a sus adversarios, especialmente al PSOE de Andalucía, al que considera una máquina electoral engrasada, con arraigo en la comunidad y con gran peso institucional, ya que gobierna en el 70 por ciento de los municipios andaluces y en seis de las ocho diputaciones provinciales. «Aquí no hay nada ganado y hay que trabajar hasta el último día», apuntó, aunque opinó que el secretario general socialista, Juan Espada, está en una situación de debilidad interna y con un liderzago aún no consolidado.

El presidente insistió en la idea de la pinza que, aseguró, ejercen los socialistas y Vox para desgastar al Gobierno andaluz, lo que, en su opinión, quedó en evidencia cuando unieron sus fuerzas para tumbar los Presupuestos. Para Moreno, ambos partidos han dejado claro que sólo piensan en sus siglas, en sus propios intereses y en su tácticas electorales.

En ese sentido, se mostró convencido de que PSOE-A y Vox tienen «coincidencias en términos tácticos y electorales», ya que los dos quieren «reventar, erosionar y limitar» la acción de su Gobierno. Ha puesto el acento en la «coincidencia» que existe en los discursos de ambas formaciones sobre distintas materias por su «crítica mordaz y ácida» contra el Ejecutivo andaluz.