Cuarto adelanto electoral y tercero consecutivo en la historia de la autonomía andaluza

A diferencia de los adelantos anteriores, la convocatoria de Moreno se produce en el mismo año calendario que en el que debía finalizar la legislatura, por lo que se ha instalado el debate sobre si se trata de un adelanto real o meramente técnico. Frente a la fecha tope en la que podían celebrarse los comicios, el 27 de noviembre, el presidente ha optado por adelantarlas al 19 de junio.

En todo caso, no se trata del adelanto más corto de los que registra la historia, ya que el anterior, decretado por Susana Díaz, fue de apenas tres meses. La legislatura finalizaba en marzo de 2019 y las elecciones fueron convocadas para el 2 de diciembre de 2018.

Se trató de una situación muy diferente a la del primer adelanto electoral, que se produjo en1996, cuando el entonces presidente de la Junta, Manuel Chaves, decretó la disolución del Parlamento dos años antes de que terminara la cuarta legislatura. Las elecciones se habían celebrado el 12 de junio de 1994 y Chaves volvió a convocar a las urnas en marzo de 1996, en coincidencia con las elecciones generales.

Aquella decisión supuso el final de la conocida como 'legislatura de la pinza', en la que el Partido Popular e Izquierda Unida coincidían habitualmente contra el PSOE en votaciones clave, como las de los Presupuestos. Era la primera vez que los socialistas gobernaban sin mayoría absoluta en Andalucía. Con este argumento del bloqueo a la acción de gobierno, Chaves acortó la legislatura a la mitad y llamó a la elecciones en las que pese a no recuperar la mayoría absoluta pudo conformar una mayoría de gobierno gracias al apoyo del Partido Andalucista.

El año pasado, tras perder la votación de los Presupuestos al coincidir en el rechazo los votos del PSOE, Unidas Podemos y Vox, el PP y Ciudadanos recuperaron el término 'pinza' para nombrar la coincidencia de la izquierda y la derecha en el bloqueo al Gobierno, aunque finalmente no hubo tal bloqueo sistemático y varias iniciativas gubernamentales pudieron salir adelante unas veces con el apoyo de Vox y otras, con el respaldo del PSOE e incluso de Unidas Podemos.

Los otros dos adelantos electorales fueron decididos por Susana Díaz, que no completó ninguno de sus mandatos como presidenta de la Junta. Díaz asumió al frente del Gobierno andaluz en septiembre de 2013 tras la renuncia de José Antonio Griñán, quien desde el año anterior gobernaba en coalición con Izquierda Unida. El 26 de enero de 2015, la presidenta anunció la convocatoria anticipada de elecciones para el domingo 22 de marzo, poniendo así fin al gobierno de coalición entre PSOE-A y la formación de izquierdas. En aquel momento, con la irrupción de Podemos amenazando con alterar el mapa político en toda España, la entonces presidenta justificó el adelanto en la falta de solidez de sus apoyos parlamentarios.

De esas elecciones surgió un gobierno en minoría para el que la presidenta socialista encontró estabilidad gracias al respaldo parlamentario de Ciudadanos. Sin embargo, la legislatura también terminó antes de tiempo. En octubre de 2018, Díaz volvió a disolver el Parlamento de manera anticipada y convocó elecciones para el 2 de diciembre, lo que suponía un adelanto de tres meses. Esta vez argumentó que no disponía de respaldo suficiente para aprobar los presupuestos y que Andalucía requería de estabilidad. Aquellos comicios supusieron el final de 37 años de gobiernos socialistas en la comunidad autónoma.