Andalucía apunta a alcanzar los 10 millones de habitantes en 2050

En el Gobierno andaluz aspiran a mantener este ritmo de crecimiento, pero al mismo tiempo existe preocupación por la actual tendencia, que concentra a la mayor parte de la población en apenas 30 municipios, todos situados en el litoral y en el valle del Guadalquivir. Un 40,2 por ciento de los 8,6 millones de andaluces vive en ciudades de más de 100.000 habitantes, y otro 45,2 por ciento, en localidades de tamaño intermedio, entre 10.000 y 100.000 habitantes.

«No hay un problema con la demografía sino una oportunidad -explica el consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública, José Antonio Nieto-. De hecho, seguimos creciendo, aunque de forma más lenta, pero de una manera desequilibrada que hace que más de la mitad de los municipios pierda habitantes mientras las grandes ciudades y las zonas costeras se saturan y los ayuntamientos tienen problemas para prestar servicio a una población cada vez mayor».

En concreto, más de la mitad de los andaluces se concentra en una treintena de ciudades. Las capitales y las diez áreas metropolitanas más pobladas suman 195 municipios donde reside el 68,7% de la población. El segundo escalón, en lo que supone una de las singularidades andaluzas, lo constituye la red de ciudades medias, que aglutina a 253 localidades en las que vive el 22,4% de la población.

El tercer escalón lo representan 337 municipios rurales, donde sólo reside el 8,9% de los andaluces. Los pequeños pueblos, es decir la mayoría de los términos municipales que conforman el mapa de Andalucía, se están quedando vacíos. «Esos pequeños municipios de comarcas de sierra e interior que pierden vecinos desde hace dos décadas tienen una calidad de vida envidiable y cuentan también con buenas infraestructuras y servicios, que no obstante queremos mejorar. Pero sobre todo, hay que crear oportunidades de empleo y emprendimiento porque todos los expertos nos dicen que primero se van las oportunidades y después se marcha la gente», señala el consejero.

Esta semana, el Consejo de Gobierno de la Junta aprobó la primera Estrategia frente al Desafío Demográfico 2025-2030, un documento de planificación impulsado y coordinado por la consejería que dirige Nieto pero que implica medidas y políticas transversales . El objetivo es llegar a esos diez millones de habitantes en 2050, pero no de cualquier manera, sino con un crecimiento homogéneo. La estrategia establece como líneas de actuación huir del concepto de la Andalucía vaciada, elevar la esperanza de vida, mejorar las tasas de natalidad y gestionar de manera ordenada un saldo migratorio integrador positivo.

Entre las prioridades que se fijan destacan el apoyo a la natalidad, la conciliación familiar, el refuerzo de los servicios públicos, la igualdad de oportunidades, la mejora de infraestructuras, la digitalización, el fomento del empleo, de la industria y la minería, el emprendimiento, la innovación y el desarrollo sostenible, así como medidas fiscales para la vivienda rural que permitan atraer y fijar población en ese medio.

Andalucía inicia este proceso con la ventaja de no tener un problema generalizado de despoblación y de ser la comunidad más poblada de Españ. Actualmente, aunque el saldo vegetativo es negativo (nacen menos personas de las que mueren) sigue creciendo gracias a la inmigración. Sin embargo, ese crecimiento se ha ralentizado, pues entre 2000 y 2015 la población se incrementó en un millón de personas, mientras que en la última década sólo en 300.000.

La previsión es que hacia 2040 ese crecimiento se estanque y que hacia 2070 Andalucía pueda perder 800.000 habitantes. El documento destaca que debido a su diversidad territorial, con 785 municipios y 5.761 núcleos de población, el reto demográfico no puede afrontarse con soluciones únicas ni homogéneas, sino que requiere de una planificación para actuar en cada uno de los territorios según su realidad. El reto es revertir el actual reparto desequilibrado.

Por ello, la estrategia divide los municipios en cuatro categorías según la prioridad de actuación teniendo en cuenta la densidad de población, las tasas de crecimiento. los índices de envejecimiento y dependencia, la tasa migratoria, la edad media, la ratio de masculinidad, la tasa de desempleo, la renta media y características como la distancia y la altitud o el uso del suelo.

Aplicando estos indicadores, se detectaron 78 municipios con prioridad alta, ya que presentan datos preocupantes en al menos siete de ellos. El objetivo para estos es frenar en un 80% la despoblación de los últimos diez años. Casi la mitad de estas localidades se concentra en Granada (30) y Almería (22). El resto se reparten entre Málaga (8), Córdoba (7), Huelva y Jaén (cinco en cada provincia) y Sevilla (1). En Cádiz no se ha detectado ninguna localidad con riesgo alto de despoblación. Asimismo, el documento marca otros 221 municipios con prioridad media que presentan problemas en al menos cuatro indicadores; y 181 localidades con prioridad baja, con dos o tres indicadores con datos preocupantes.

En total son 480 municipios los que requieren, de forma más o menos urgente, actuar contra la despoblación, el 61% de los 785 que componen Andalucía. No obstante, anualmente el Instituto de Estadística y Cartografía (IECA) revisará los indicadores de acuerdo con los últimos datos disponibles y los valores de referencia definidos para actualizar esta clasificación y con ello las políticas a aplicar en cada municipio.

El documento apuesta por crear y difundir oportunidades en las zonas con problemas, pero también garantizar una buena dotación de servicios. Aunque el 94% de la población andaluza vive a menos de 25 minutos de una autovía o autopista y el 98% a menos de 45 minutos, la estrategia incluye políticas para acercarlos aún más al medio rural.

La finalidad es que el 97% de la población esté a 30 minutos de una vía de gran capacidad, de un centro de atención primaria, de un centro de urgencias, de un hospital, de un centro de Secundaria, de bachillerato y de FP; a un máximo de 50 minutos de un centro universitario; a 35 de un centro de Servicios Sociales; y a 40 minutos de un centro de la mujer.