Los alcaldes de Málaga, Sevilla y Granada apoyan la creación de una tasa turística en Andalucía

A preguntas del director del periódico granadino, Quico Chirino, quien ha moderado el encuentro, los tres regidores se han expresado a favor de la medida, que han condicionado a que se desarrolle de la mano del sector turístico. Los alcaldes han coincidido en que el crecimiento de las visitas es un fenómeno que debe tenerse en cuenta y han abogado por buscar un «equilibrio» que evite un perjuicio en el día a día de los ciudadanos a través de fenómenos como la proliferación excesiva de los pisos turísticos o la subida de los alquileres.

En este contexto han enmarcado la tasa, que han pedido que tenga un carácter finalista. A este respecto, Carazo, Sanz y De la Torre han coincidido en señalar que no sería adecuado que el impuesto se destinase a cuestiones ajenas al sector, aunque el primer edil hispalense sí ha ido algo más allá y ha defendido la posibilidad de que una parte de los fondos pudiera emplearse para obras en los barrios como una fórmula contra la «turismofobia». A su juicio, «es importante que los vecinos comprendan que el beneficio del turismo repercute en la ciudad» y se ha abierto a que sean los propios ayuntamientos los que decidan si quieren acogerse al impuesto e instaurarlo o no.

La posición común entre los tres regidores ha sido que la tasa es la fórmula adecuada para «compensar los efectos negativos del turismo» sobre la población, como ha referido De la Torre, y que los fondos puedan servir para la rehabilitación de los cascos históricos de las ciudades. Carazo, en este sentido, ha puesto el ejemplo del Plan Alhambra, un programa de reformas de edificios históricos en la capital que ha sido financiado por la Junta con aportaciones de los visitantes del monumento nazarí. La primera edil ha insistido en que el impuesto debe ser una medida «meditada» que puede erigirse como «una oportunidad para mejorar el día a día, el patrimonio y la calidad de los servicios que disfrutan vecinos y visitantes».