Mojácar prohíbe las despedidas de soltero con muñecas hinchables o elementos similares

"Es una ordenanza tipo que tienen muchos municipios, aprobada por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP)", ha manifestado la alcaldesa de Mojácar, Rosa María Cano, quien asegura que desde hace "unos años", las despedidas "molestan" a vecinos y visitantes del municipio, "por sus atuendos y disfraces indecorosos".

Cano ha indicado que esta 'ordenanza reguladora de la convivencia y ciudadanía y prevención de actos incívicos' prohíbe los disfraces que "atenten contra la sexualidad, o por ejemplo llevar una muñeca hinchable, algo que, además, es sexista y atenta contra la mujer".

La regidora ha defendido que no se multará a las personas que "vayan vestidas de forma graciosa" pero sí en el caso de que dicho atuendo lleve adornos con forma de "penes o pechos", si bien ha puntualizado que la Policía Local aplicará esta ordenanza con "sentido común".

Asimismo ha informado de que esta normativa, aprobada el pasado viernes en pleno de forma definitiva con los votos del Grupo Popular y Unión Mojaquera, entrará en funcionamiento una vez se publique en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), "posiblemente durante este fin de semana".

En contra de la ordenanza

Por su parte, el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Manuel Zamora, ha asegurado que esta ordenanza es una "ley mordaza del turismo mojaquero", sosteniendo que "la mayoría de despedidas son de gente normal que no ocasiona problemas".

"No entiendo el afán en penalizar a estas personas por ir vestido de monja, llevar un pene en la cabeza o una muñeca hinchable", ha dicho el edil, quien sostiene que existen otras ordenanzas para sancionar "los casos aislados de gente que bebe en la calle o destroza el mobiliario urbano".

Zamora ha insistido en que esta ordenanza prohíbe además transitar por la calle con el torso desnudo, algo que, según él, "supone no entender la esencia del turismo en verano y en un destino costero".

El socialista ha mantenido que esta ordenanza es un "error" puesto que los negocios de la localidad "se han mantenido en parte durante los años de crisis gracias a la afluencia de este tipo de turismo, lo que al final supone la destrucción en potencia de dicho turismo".

Además, ha vaticinado que, aunque la alcaldesa diga que se aplicará con "sentido común", esto conllevará una arbitrariedad porque "al final existe la norma, que se podrá aplicar bien o se podrá aplicar mal".