Dejó la ESO y ahora quiere ser psicóloga: el poder de la Segunda Oportunidad
Arrabal-AID impulsa el retorno educativo en 28 jóvenes que abandonaron la Educación Secundaria con el curso escolar que realiza la propia asociación para la obtención del graduado
Rocío tenía 17 años cuando decidió dejar los estudios de Educación Segundaria Obligatoria (ESO). Cursaba el segundo trimestre de 4º y se fueron sucediendo cosas ... en su vida que la llevaron a desinteresarse por los estudios. «Mi madre falleció a finales de 2020, soy hija de padres separados y vivía con mis abuelos paternos en Alhaurín de la Torre», detalla la joven, que ahora está a punto de cumplir 22 años y su vida ha cambiado totalmente. Acaba de obtener la ESO y ya se ha matriculado para cursar Bachillerato en el próximo curso. Su próximo objetivo es llegar a la universidad para estudiar Psicología.
Este cambio de Rocío llegó tras conocer la Escuela de Segunda Oportunidad de la asociación Arrabal-AID, en la que un total de 28 jóvenes se han graduado este año en la ESO con dos sesiones semanales de octubre a junio. En este curso, Rocío ha llegado a identificar algunas de las circunstancias que truncaron su avance escolar cuando tenía 17 años: tenía déficit de atención y concentración que asegura ha logrado paliar con la escuela «en un acompañamiento de persona a persona y adaptado a las necesidades», asegura la estudiante.
Su filosofía de vida es ahora que «con trabajo y ganas, todo es posible». Una filosofía que se resaltó en la graduación de la Escuela Segunda Oportunidad: «El poder de la educación es el motor del cambio social. Esto no es sólo una apuesta por la formación, también lo es por la dignidad, la inclusión y la igualdad de oportunidades para devolver a los jóvenes la confianza en sí mismos», resaltó en el acto de entrega de diplomas el responsable territorial de Fundación 'la Caixa', Juan Carlos Barroso. También el delegado de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía en Málaga, Miguel Briones, quiso valorar esta iniciativa y felicitar a los graduados: «Es de justicia ofrecer una segunda oportunidad a quienes en su momento no pudieron responder a la exigencia del sistema educativo».
Casi un 60% de éxito
Como se ha mencionado anterioremente, este curso recién pasado ha logrado que 28 jóvenes obtuvieran su título de la ESO, una cifra que supone el 58,33% de los participantes. Un total de 55 jóvenes de entre 16 y 28 años empezaron en la Escuela de Segunda Oportunidad el pasado mes de octubre, de ellos 48 se han presentado a las pruebas libres y finalmente fueron 28 los aprobados. Desde la asociación quieren resaltar que, 18 de los chicos que no superaron las pruebas, «han superado alguno de los tres ámbitos en los que se divide el examen, por lo que están un poco más cerca de aprobar la Secundaria en las próximas convocatorias». Desde octubre hasta junio, los alumnos han realizado un trabajo evolutivo en las distinas materias que componen las tres estructuras del examen: científico-tecnológico, comunicación y social. «Con el apoyo técnico de un especialista en intervención social que se ha encargado de guiar sus procesos de aprendizaje», aclaran desde la asociación Arrabal-AID.
Apoyo en convivencia
Esta Escuela de Segunda Oportunidad se completa con otras acciones de orientación laboral, captación tecnológica y profesional. Todas ellas recogidas en el proyecto 'Enredad@s II: Aula de Convivencia', que se desarrolla con el apoyo de Fundación 'la Caixa'. «El objetivo es romper el círculo de la pobreza y exclusión social favoreciendo mejoras a nivel educativo y laboral. De esta forma, facilitamos el acceso a empleos más cualificados y mejor remunerados», destacan desde Arrabal-AID. Un total de 130 jóvenes han pasado por 'Enredad@s', a los que se suman el alumnado de Escuela de Segunda Oportunidad. El dato de inserción en el mercado de trabajo de este programa es de un 50% de los participantes.
La Escuela de Segunda Oportunidad de Arrabal-AID forma parte de la Asociación de Escuelas de Segunda Oportunidad (E20 España). «En ellas se ofrecen recursos de orientación y acompañamiento, además de un marco educativo personalizado con fórmulas pedagógicas innovadoras, participativas e inclusivas para facilitar la formación y el empleo a los que tienen mayores dificultades», concluyen desde la asociación Arrabal-AID.
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