Hacer la compra, aprender recetas y ordenar la casa: la discapacidad también sabe ser independiente
La Escuela de Vida Independiente de AVI cuenta con cuatro pisos para llevar a cabo un modelo de aprendizaje basado en el refuerzo de habilidades y autonomía
Cuando Vanesa llegó a AVI (Asociación por la Vida Independiente de Personas con Diversidad Funcional) quería demostrar que ella también podía ser independiente. Y lo ... hizo. Lo consiguió tras más de tres años trabajando en ello y evolucionando en las distintas fases del programa de AVI, que facilita el aprendizaje y la superación para que las personas con discapacidad logren tener una vida independiente. De la mano del equipo de esta asociación demostró que ella también puede aprender y realizar cualquier tipo de receta en la cocina, mantener el orden y la limpieza en casa y administrar su propio dinero para hacer las compras y dividir los gastos. Vanesa es sólo un ejemplo de todos los que pasan por la Escuela de Vida Independiente, proyecto que toma impulso con ayuda de Fundación 'la Caixa' a través de las Convocatorias de Proyectos Sociales y que cumple más de diez años de continuidad en la asociación.
El modelo de aprendizaje de AVI se estructura en tres fases que avanzan según la mejora de habilidades y autonomía. Para que la independencia sea totalmente real, la asociación cuenta con cuatro pisos (dos de un dormitorio y el resto de dos habitaciones con capacidad para cuatro personas). Allí pasan tardes de talleres, fines de semana de estancia o semanas completas, todo según en la fase en la que se encuentre cada grupo.
Primero se realiza la toma de contacto con alumnos y monitores a través de talleres de cocina, manejo del dinero, compras, cuidado del dormitorio, limpieza y orden de la casa; junto a ellos, la supervisión y la formación de una integradora social y una educadora social. Según informan desde AVI, el pasado 2024 en esta primera fase «participaron ocho personas divididas en tres grupos» con una tarde de talleres a la semana. «En esa etapa es cuando empezamos a adaptarnos a las necesidades de una forma flexible según el proceso que requiera cada persona. Los conocemos y analizamos su rutina y la manera de ejecutar las labores diarias», asegura el director de AVI, Javier Gutiérrez.
La segunda parte de este programa continúa con las estancias de fin de semana. «Este año se han realizado 22, once de chicos y otras once de chicas. Doce de ellos con diversidad funcional intelectual y en algunos casos con otras diversidades añadidas como parálisis cerebral, hemiparesia, crisis epilépticas... Todos ellos con edades comprendidas entre los 19 y 45 años», concreta Gutiérrez.
Las estancias semanales son las que culminan en la última fase de la Escuela de Vida Independiente y este año han participado dos personas con 24 estancias semanales en total y la vuelta a casa con sus familias el fin de semana. «Han recibido apoyo tres tardes en semana (lunes, martes y jueves) para distintas necesidades como la organización y compra, apoyo en recetas de cocina más complicadas, limpieza y orden. Conjuntamente han realizado todas estas actividades excepto la limpieza, que cada uno hacía la suya y la monitora supervisaba», detallan desde la asociación.
Estimular la responsabilidad
«Ellos tienen mucha ilusión porque están acostumbrados a que algunas les traten como incapaces para poder llevar a cabo una vida independiente. También les pasa que en sus casas están acomodados y los padres suelen tomar el rol de no delegar en ellos algunas responsabilidades; eso hace que ellos mismos no estimulen la responsabilidad. Muchas veces es contradictorio porque quieren que sean más independientes pero les asusta dejarlos solos vaya que les pase algo. Por eso es importante que se animen y se estimulen con actividades como la Escuela de Vida Independiente donde también mediamos con los familiares para ayudarles a cambiar su actitud», analiza el director de AVI, Javier Gutiérrez.
La Escuela de Vida Independiente se complementa con actividades deportivas, ocio y jornadas específicas en las que los alumnos siguen desarrollando sus habilidades y demostrando que las personas con discapacidad también pueden ser independientes.
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