La casa rural que impulsa la vida independiente de personas con autismo
La asociación Edau consolida su programa 'Ocio y Autonomía', en el que grupos desde 14 hasta 36 años pasan un fin de semana al mes desarrollando hábitos de autonomía y convivencia
Empezó como proyecto piloto y ya cumple dos años. La casa rural de la asociación antequerana Edau-Educación Autismo ha pasado de ser un experimento ... a convertirse en una iniciativa necesaria y válida para la entidad social. Y, sobre todo, para sus usuarios. Desde septiembre hasta julio, personas con autismo que van desde los 14 hasta los 36 años, han acudido un fin de semana al mes a esta casa rural para pasar dos días de desconexión pero, lo más importante, de desarrollo de autonomía personal para avanzar en una rutina independiente.
En la casa rural de Edau pernoctan, un dato que puede pasar desapercibido, pero no para los que conocen realmente los beneficios. Como la directora de Edau, Carolina Parra, que detalla a SUR cómo repercute esta iniciativa en los usuarios: «Nuestro objetivo principal es que los chicos alcancen la vida independiente. El hecho de que duerman allí les facilita esa transición, es un trabajo previo que les genera el hábito de estar en un lugar diferente». Además, destaca la necesidad del proyecto para toda la familia: «De esta forma los padres tienen un respiro, ya que damos la posibilidad de tener un fin de semana al mes para que hagan planes que no pueden habitualmente. Ellos son los cuidadores todos los días y a todas horas, también es necesario su descanso y desconexión», valora la directora de Edau.
La iniciativa de la casa rural se recoge en el programa 'Ocio y Autonomía', un proyecto que ha recibido el impulso de Fundación 'la Caixa' a través de las Ayudas de Red Territorial. «Es un programa muy interesante que merece la pena», asegura el responsable territorial en Andalucía, Ceuta y Melilla de Fundación 'la Caixa', Juan Carlos Barroso.
«Muchos se creen que ellos no tienen habilidades sociales, pero ellos saben estar y respetar normas»
«Este proyecto es productivo y necesario; les da calidad de vida y genera hábitos»
De cine y recetas
El fin de semana de la casa rural de Edau da para mucho. Se dividen en dos grupos, menores y mayores, con siete personas cada uno. Y allí viven desde visitas culturales hasta días de campo al aire libre; o desde tomar el hábito de lavarse los dientes y cocinar hasta pasar una tarde de cine. «Trabajamos hábitos de autonomía en convivencia como el afeitado, lavado de dientes, ducha, cambio de ropa; también les ayudamos a desarrollar habilidades adaptativas para introducirse en la comunidad: vamos a comer a restaurantes, hacemos la compra en el supermercado y paseamos por la ciudad», explica Carolina Parra. Además, la casa cuenta con un huerto que ellos mismos cuidan y luego utilizan la fruta y verdura para hacer recetas los fines de semana. «También tienen piscina y muchos árboles frutales», añade.
Prejuzgar
La directora de la asociación defiende la inclusión de las personas con autismo en la sociedad, que en ocasiones juzga al colectivo. «Muchos piensan que las personas con grandes necesidades de apoyo no tienen habilidades sociales. Trabajamos con autismo severo, pero ellos han alcanzado el nivel de autonomía, saben estar y respetar las normas. Independientemente de su diagnóstico, hacen vida».
Esta casa rural está cedida por la madre de un niño con autismo y está en régimen de cesión desde hace años. «Esto es una actividad muy necesaria en un entorno productivo para ellos. Les da calidad de vida, que al final es el fin de nuestra asociación», aclara la directora.
En Edau trabajan actualmente con unas 300 personas con autismo y operan como un Centro de Recursos Específico para personas con TEA desde 2011; cuentan centro educativo, otro de intervención de segunda infancia, además de los centros específicos de atención temprana. Todo en cuatro espacios diferentes de Antequera.
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