Cambio de roles por la igualdad
La Asociación de Mujeres Kartio y Arrabal-AID impulsan un corto con jóvenes que retoman sus estudios en ESO para visibilizar la violencia machista en las parejas
En un ambiente entre amigos y compañeros, de alegría y diversión, los chicos y chicas de la Escuela Segunda Oportunidad de Arrabal-AID preparan un ... corto especial mediante actuaciones teatrales sobre situaciones, en ocasiones cotidianas, relacionadas con la violencia machista en las parejas. Cada estudiante tiene su papel asignado, pero en este corto nada es lo que parece: chicos y chicas se han intercambiado el género y actuarán según un guion.
Este proyecto, que impulsa la Asociación de Mujeres Kartio, supone un paso más para luchar contra la violencia machista. En esta ocasión pretenden sensibilizar a la población más joven en materia de igualdad de género, mostrando situaciones incómodas con los roles cambiados. Mari Francis Peñarroya, presidenta de Kartio, explica que con 'Teatro para la igualdad', un proyecto que impulsan también de la mano del Ayuntamiento de Málaga y su área de Igualdad de Oportunidades, quieren mostrar a los más jóvenes cómo situaciones que a veces se normalizan pertenecen a gestos machistas arraigados: «El corto se adapta al lenguaje y formas que manejan los chicos y chicas en su día a día, con idea de que sientan el proyecto como algo propio y piensen en las consecuencias de sus actos», relata.
Por este motivo, con el apoyo de la asociación Arrabal-AID, vieron que la mejor manera para conseguir llegar al público joven era con otros jóvenes que expandieran el mensaje. A través de la Escuela de Segunda Oportunidad (E2O), que ayuda a personas de entre 18 y 29 años a conseguir finalizar sus estudios en ESO o bachillerato, 15 participantes han creado el corto que próximamente se estrenará en el canal de YouTube de Kartio.
Como escenario, desde Arrabal y Kartio tomaron el Centro Innosocial Málaga ODS, en calle Muro de San Julián, para adaptar las situaciones del guion a cada espacio: un salón, una discoteca, un aula... Un mix de situaciones en las que todos los estudiantes de la E2O han participado con su granito de arena e interpretación espontánea. Entre ellos, Melody Luque, de 27 años, confiesa que esta oportunidad para retomar sus estudios va más allá de los libros y exámenes: «Yo nunca antes había hecho nada de teatro, ni en el colegio ni el instituto, y esto me está sirviendo para soltarme, conocerme más e incluso para darme cuenta de cómo funcionan las relaciones de pareja. Yo he hecho una escena en la que actúo de 'marido' y cuando llego de trabajar empiezo a pelearme con mi 'mujer', que es Ramón, porque le recrimino que no tiene la comida hecha», relata esta chica. A su lado, su compañero Ramón Jiménez, de 18 años, cuenta que tras el confinamiento dejó tercero de la ESO al acumular muchas materias suspensas, pero que para él es importante seguir estudiando para poder trabajar en un supermercado, una de sus metas más próximas. Este joven explica que el teatro le ha ayudado a librarse de la vergüenza, aunque también para detectar situaciones machistas en el día a día y a la hora de buscar trabajo.
La colaboración de CESUR
Para esta ocasión, el equipo de Arrabal y Kartio han contado con la colaboración desinteresada de los estudiantes de audiovisuales de CESUR Málaga PTA y su profesor Sergio Hernández, quienes trasladaron su equipo de micrófonos, iluminación y cámara para crear un corto profesional: «Nos dijeron que otros años lo hacían con el móvil, pero que no salía bien. Esta vez nos sumamos para ayudarles y también para que los alumnos aprendan en situaciones reales», apunta este docente.
Con el objetivo de preparar la grabación, los estudiantes de E2O se reunieron en dos ocasiones para ensayar los diálogos junto con su técnico habitual, Juan Fran Ruiz, quien guiaba a los chicos y chicas en cada escena, participando también en muchas de ellas como uno más.
¿El objetivo de esta actividad más allá de la concienciación? Realizar mediante talleres y juegos de grupos dinámicas de expresión corporal. Con ellas se trabajan conceptos como la equidad con el fin de visibilizar micromachismos asimilados o situaciones de desigualdad. Esas dos jornadas informativas y de sensibilización fueron guiándose a partir de las percepciones que los conceptos despertaban en cada estudiante para mostrar diferentes aspectos y así lograr un consenso en el grupo.
Por ello, esas situaciones de acoso que ellos mismos interpretaban se basaban en diálogos que se pueden normalizar en una relación de pareja en la que exista violencia o abusos, como por ejemplo pedir a la pareja que le muestre el móvil y sus redes sociales, reprochar que la comida no esté lista cuando él o ella llega a casa o prohibir salir con amigos o familiares. Sin duda, una realidad que muchos jóvenes pueden cambiar desde la raíz para crecer en la igualdad.
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