Frustran un botellón en Málaga convocado por menores a través de las redes sociales

El Grupo de Investigación y Protección (GIP) recibió un anónimo que informaba del mensaje que se estaba difundiendo por Internet y también vía WhatsApp. En la convocatoria, se citaba a los jóvenes a una fiesta desde las ocho de la tarde y hasta la medianoche del día 21 en una discoteca del Centro Histórico de la capital. La entrada costaba seis euros e incluía dos refrescos. Pero el alcohol se consumiría en la puerta.

Los agentes se pusieron en contacto inmediatamente con el establecimiento donde se iba a realizar la fiesta. Según fuentes policiales, los propietarios reconocieron que les habían reservado el local para la celebración de un cumpleaños, pero aseguraron desconocer que, paralelamente, se estaba organizando un botellón en la puerta. Con la llamada de la policía, dieron por cancelado el contrato y anularon el evento.

En el mensaje que circulaba por las redes sociales figuraban varios números de teléfonos. Los funcionarios del GIP contactaron con cada una de las personas que estaban detrás de la convocatoria. Para su sorpresa, eran tres chicas de 15 años. Los agentes contactaron con los padres de cada una de ellas, que sólo sabían que sus hijas iban a asistir a una fiesta de cumpleaños, pero no que estuviesen convocando a otros menores y menos aún que les incitaran a beber alcohol, según explicaron las mismas fuentes.

Los policías locales remitieron un oficio a la Fiscalía de Menores para informar de lo sucedido y advirtieron a los padres de la responsabilidad legal que tendrían si el botellón llegaba a producirse. Como muestra, un botón. El año pasado, una chica de 22 años fue sancionada con una multa de dos mil euros por convocar por Internet la fiesta de la primavera, a la que asistieron 5.000 jóvenes.

Hace unas semanas, la Policía Local de Rincón de la Victoria frustró otra macrofiesta de menores que también se había convocado por las redes sociales. Los agentes tuvieron conocimiento de que el evento se estaba celebrando en un chalé de la localidad desde las cinco de la tarde hasta las cuatro de la madrugada. Cuando llegaron las patrullas, sobre las nueve de la noche, había más de 200 jóvenes en el inmueble, que fue desalojado. El Ayuntamiento ha dictado un decreto de cierre del local, habilitado para organizar fiestas.