Desarticulada una banda dedicada al robo en domicilios de Fuengirola, Benalmádena y Mijas

Según ha informado la Comisaría Provincia, las investigaciones se iniciaron a primeros de febrero, tras la recepción en la comisaría de Fuengirola de dos denuncias por sendos robos ocurridos en la localidad.

En la primera de ellas, los hechos se habían producido en el interior de un chalet en el que tres personas fueron sorprendidas por tres individuos que haciéndose pasar por policías habían accedido al lugar. Una vez dentro les robaron joyas, dinero y teléfonos móviles.

La segunda denuncia se produjo al día siguiente, el cinco de febrero. En ella una ciudadana denunciaba que durante la madrugada había sido víctima de un robo en el interior de su vivienda situada en una tercera planta de un edificio de Fuengirola.

Con el fin de esclarecer los hechos y detener a los autores, la policía estableció un dispositivo que, hasta el momento, ha dado como resultado la identificación de los integrantes de la red así como las detenciones, el día 21 en Benalmádena y Mijas, de tres hombres con edades comprendidas entre los 23 y 42 años de edad como presuntos responsables de ocho robos.

Durante las pesquisas se ha practicado un registro domiciliario en el que se hallaron, entre otros efectos, varios juegos de llaves, dos placas de policía falsas, un spray de defensa personal, guantes y distintos útiles empleados para la comisión de robos con fuerza, según la policía. Entre los objetos intervenidos, se encuentra una llave electrónica de un coche procedente de un robo con escalo en una vivienda de la Cala de Mijas.

Según las pesquisas, los detenidos con el fin de entorpecer las investigaciones policiales, adoptaban medidas de seguridad como mudarse constantemente de domicilio y para sus desplazamientos utilizaban vehículos de alquiler que también cambiaban continuamente.

Los arrestados, normalmente, accedían hasta la azotea del inmueble utilizando una llave falsa para no levantar sospechas entre los vecinos. Una vez en el lugar, y valiéndose del equipo de escalada, descendían por la fachada y entraban en la vivienda elegida a través de las ventanas.