La gran senda de las sierras de Tejeda y Almijara

Desde Periana hasta Nerja, este camino, que tiene una longitud aproximada de 75 kilómetros, supone todo un cúmulo de experiencias para el caminante. En cuatro etapas distintas (u ocho tramos), la ruta pasa por las localidades de Alcaucín, Canillas de Aceituno, Sedella, Salares, Canillas de Albaida, Cómpeta y Frigiliana, a las que hay que añadir las poblaciones de partida y de salida, Periana y Nerja.

De esta forma, se combinan rutas turísticas, como la Mudéjar, la del Vino o la del Aceite, con senderos que unen estos pueblos y atraviesan enclaves del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama.

Se trata, por tanto, de una combinación de valores ecológicos, históricos y gastronómicos, que atraerá a todos los que estén interesados en el turismo de interior y en la práctica del senderismo.

Los distintos tramos que componen el Gran Recorrido están correctamente señalizados después de un arduo trabajo de campo de la Sociedad Excursionista de Málaga. Aunque en algunos casos hay desniveles considerables, en ningún caso hay caminos que sean de dificultad elevada.

La primera de las etapas une Periana con Canillas de Aceituno, a través de Alcaucín, en dos tramos distintos con un camino sencillo que sorprenderá por las vistas del pantano de La Viñuela y por pasar junto a importantes edificaciones históricas, como el Castillo de Zalia, o lugares emblemáticos de la Axarquía, como la Cueva de la Fájara. Entre los dos tramos, se puede hacer un buen avituallamiento en la pedanía del Puente Don Manuel, que, gracias a su variedad de establecimientos de restauración, es conocido como el comedor de la Axarquía.

La segunda jornada de esta gran senda une Canillas de Aceituno con Cómpeta y transita, por tanto, entre las sierras de Tejeda y Almijara. Ésta es, sin duda, la etapa más diversa, ya que cuenta con cuatro tramos distintos. En ellos pasa también por los pueblos de Sedella, Salares y Canillas de Albaida, donde el viajero quedará hechizado con las reminiscencias andalusíes que aún se mantienen en la zona. La ermita de Santa Ana, el alminar de Salares y el centro de interpretación del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama son algunas de las visitas que no se deben eludir.

Tras pasar por esas villas, el caminante ha de llegar a Cómpeta, conocida, entre otros motivos, por la calidad de sus vinos moscatel. Aquí termina la segunda etapa y comienza la tercera, que es una de las más difíciles, ya que llega hasta Frigiliana por un camino de 23 kilómetros.

Salvo la aldea de El Acebuchal, esta tercera parte del itinerario no pasa por más poblaciones, así que es necesario ir suficientemente abastecido de alimentos y bebidas para recompensar tanto esfuerzo. De este modo, se ha de llegar a la encantadora villa de Frigiliana, que tiene en su Barribarto o casco antiguo una de sus principales atracciones.

Platos aderezados con su miel de caña o unas sabrosas migas servirán, sin duda, para reponer fuerzas de cara a la última etapa: el tramo que une Frigiliana con la Cueva de Nerja. Este sendero desciende hasta la ribera del Higuerón para posteriormente pasar al angosto valle del río Chíllar. Desde este río, habrá que tomar la senda que comunica con el Área Recreativa del Pinarillo, situada a escasa distancia de la famosa gruta malagueña y de la apacible localidad costera de Maro, donde el esforzado viajero tendrá su merecido descanso.

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