'Buda explotó por vergüenza' narra el drama afgano a través de los ojos de los niños

Han pasado cinco meses desde que ganó el premio especial del jurado del Festival de San Sebastián con su primera película de ficción, 'Buda explotó por vergüenza' y lo único que ha cambiado en la joven realizadora iraní Hana Makhmalbaf es que su sencilla historia protagonizada por niños afganos ha sumado un nuevo premio, el del jurado infantil de la Berlinale 2008.

Makhamalbaf lleva varios meses promocionando por el mundo esta producción que comienza y termina con imágenes de la destrucción de las grandiosas estatuas de Buda en Bamiyán, en el centro de Afganistán, en febrero de 2001.

Donde estaban los Budas que volaron los talibanes hay un enorme hueco en la roca, en cuyas inmediaciones vive un grupo de chavales que sólo saben jugar. «Mi prioridad fue que los niños comprendieran que era un filme sobre la situación de la infancia y del impacto que tiene la violencia en los más pequeños. Son chicos afganos, pero el tema es universal porque la violencia está en todos los sitios», argumentaba la directora en la presentación de la cinta en Madrid.