La interminable masacre de Katyn
Polonia conmemora el asesinato de 22.000 soldados por las tropas de Stalin ante la indiferencia de Rusia
TEXTO: RAFAEL M. MAÑUECO
Domingo, 23 de septiembre 2007, 13:06
TRAS la invasión de Polonia por el Ejército Rojo en 1939 fueron hechos prisioneros más de 100.000 oficiales polacos. Se sabe que unos 22. ... 000 fueron exterminados en Katyn por orden de Stalin, pero se ignora todavía la suerte que corrieron los demás. El terrible crimen fue ocultado por las autoridades soviéticas hasta 1989, cuando Mijail Gorbachov reconoció por primera vez la responsabilidad de la URSS en la matanza. Sin embargo, a estas alturas ese negro episodio aún enturbia las relaciones entre ambos países: el presidente polaco, Lech Kaczynski, estuvo el pasado lunes en Katyn para rendir homenaje a las víctimas, pero no se reunió con su homólogo ruso, Vladimir Putin.
Entre abril y mayo de 1940, todos los prisioneros de los campos de concentración soviéticos de Kozielsk, Starobielsk y Ostashkovo, en donde había militares, médicos, profesores y sacerdotes polacos, fueron conducidos por el NKVD, la despiadada policía estalinista, al bosque de Katyn, situado a una veintena de kilómetros de la ciudad rusa de Smolensk. Durante varias semanas, los tres campos fueron desalojados en grupos de 200 ó 300 personas cada día. Se dijo que los allí confinados iban a ser trasladados a otros lugares antes de ser liberados definitivamente.
Un tiro en la nuca
Pero, en realidad, todos fueron ejecutados de un tiro en la nuca y enterrados en enormes fosas comunes en Katyn. Nunca ha habido una explicación a aquella espeluznante masacre. La orden de ejecutar a los oficiales polacos la dio Stalin en marzo de 1940 y los historiadores creen que fue debida a que no compartían el ideario comunista. Por tanto, no podían ser utilizados en un Ejército polaco a las órdenes de Moscú. Polonia fue invadida en 1939 casi simultáneamente por el oeste y el este por tropas nazis y soviéticas.
Dos años después, los alemanes atacaron la URSS y, en 1943, hallaron las fosas de Katyn. Stalin aprovechó para responsabilizar a los nazis de la carnicería. Hace dos años, la Fiscalía Militar de Rusia negó que lo sucedido en Katyn fuera un acto de genocidio y cerró el caso por «ausencia de delito». Varsovia recibió sólo una tercera parte de los documentos relacionados con el fusilamiento por contener, según Moscú, «secretos de Estado».
Esta semana, el cineasta polaco Andrzej Wajda estrenó la película 'Katyn', dedicada a rememorar la tragedia. Su padre fue, precisamente, uno de los oficiales masacrados en aquel siniestro bosque.
Con una situación ya tirante, las relaciones entre Moscú y Varsovia se deterioraron definitivamente cuando, en plena 'Revolución Naranja' en Ucrania, el entonces presidente polaco Kwasniewski, acudió a Kiev para dar su apoyo personal a Yushenko, quien encabezaba en la calle la revuelta popular. En mayo de 2005, Kwasniewski acudió, al igual que muchos otros líderes mundiales, a Moscú para participar en los fastos conmemorativos del 60 aniversario de la victoria sobre los nazis. El dirigente polaco tuvo que escuchar con estupor cómo Putin ignoraba en su alocución la importante contribución de Polonia a aquella victoria. El Ejército polaco fue el tercero más importante en número entre las fuerzas aliadas, después del soviético y el estadounidense.
En 2005, Moscú decidió decretar un embargo sobre la carne polaca que Bruselas considera injustificado. La actitud de Rusia es la que ha llevado a Varsovia a bloquear las negociaciones para la firma de un nuevo acuerdo estratégico con la UE. Washington quiere desplegar su escudo antimisiles en Polonia y la República Checa y han puesto a Rusia y Polonia en el mayor nivel de confrontación de toda su historia.
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