La U. D. Melilla confirma que jugará en La Espiguera tras entregar a Imbroda del carné de socio del club

Miembros de la directiva de la Unión Deportiva Melilla se reunieron ayer con el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, para hacerle entrega del carné de socio del club. Al término de dicho encuentro, el presidente azulino, Francisco Molina, confirmó que «los partidos de liga tendrán que disputarse en La Espiguera» debido a los problemas del césped del Álvarez Claro, que espera estén resueltos a mediados del próximo mes. Una cuestión en la que el mandatario cree que «no hay solución», aunque espera que se resuelva definitivamente «de cara al próximo verano, si se toman las medidas oportunas».

Sobre esta importante cuestión, trabaja ya la entidad para evitar molestias a los aficionados y adecuar los accesos para que no suceda ningún incidente. En cualquier caso, cree que «nadie ha obrado de mala fe» y achaca esta situación a la primera semilla «que no quiso agarrar». La directiva de la entidad futbolística, que representará a la ciudad desde la Segunda División B del fútbol nacional, además de entregar al jefe del Ejecutivo local una tarjeta de socio con su foto repasó con él lo que dió de sí el torneo Ciudades Hermanas, celebrado en Ceuta, así como las expectativas para esta campaña.

Plantilla competitiva

Molina definió su plantilla como «muy competitiva» aunque no quiso hablar de objetivos, ya que trabajarán «partido a partido». En ese sentido, confirmó que aún no está cerrada la nómina de jugadores, ya que traerán un jugador sub-23 más y un delantero centro de garantías, debido a la lesión de Chota. Sobre eso, el presidente confirmó que están en conversaciones con un central de El Ejido, del que dijo que es «un chaval con 190 centímetros, que tiene que ser bueno».

La polémica puede surgir con Paulino, ya que el propio Molina aseguró que existen diferencias entre él y el entrenador, José Diego Pastelero, que apuesta por el fichaje del atacante debido a su participación en diferentes fases de ascenso a Segunda. El presidente azulino argumentó su reticencia a dicha incorporación dado que «no me gusta que vengan jugadores de treinta y tantos años, que ya lo han dado todo en el fútbol», por lo que prefiere un delantero más joven.